PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Adiós 2020, no te echaremos de menos

 

  • Lancelot Digital
  •  

     

    El año empezó bien. Sonaba bonito eso de 2020. Rotundo. Cierto es que ya empezaba con un eco lejano de un virus que había surgido en China, el coronavirus, pero estaba lejos y todo lo que está lejos, nos da un poco lo mismo, esa es la realidad. Llegó Carnaval y, echando la vista atrás, la verdad es que esa calima tan excesiva ya nos tuvo que hacer recelar de que el año venía un poco torcido. Pero pasamos los carnavales, sin vernos unos a otros demasiado y tragando polvo. Luego llegó la debacle. El virus se convirtió en pandemia y nos dejó a todos metidos en casa. Los comercios cerrados, salvo los básicos, y la gente aplaudiendo por las ventanas, un poco por agradecer el trabajo a los sanitarios, pero también por ver a más gente. El mundo se convirtió en desierto y los animales tomaron las calles de muchas ciudades. Durante unos meses, el planeta volvió a ser suyo. Bajaron los niveles de contaminación, al mismo ritmo que la economía se iba precipitando hacia un vacío infinito.

     

    En Canarias se inició la caída del turismo. Cuando nos dejaron volver a las calles y abrieron las puertas a los pocos turistas que se animaron a viajar, nos dio la impresión de que sí, de que esto era cosa de meses. Pero no. Las fronteras se han ido cerrando y abriendo al mismo ritmo que aumentaban los casos de covid. Y la gente seguía en sus Ertes, o a lo peor ya en Ere, y los hoteles cerrados, y los negocios con pérdidas. Sin cultura, ni teatros, ni conciertos, ni exposiciones… sin deporte, con escasos partidos a puerta cerrada… sin mercados… El Universo cambió por completo y la sensación de angustia siguió en aumento.

     

    No, 2020 no ha sido un año bueno, para qué engañarnos. La única nota positiva la dejaba diciembre que ponía sobre la mesa la vacuna. Varias vacunas de hecho. Y consigo traía también la polémica de los negacionistas que anunciaban, antes incluso de que estuviera lista, que jamás se pondrían la susodicha vacuna. Por si acaso…

     

    Esperamos con ganas que llegue el 2021 y, aunque sabemos que esto no va a ser cosa de coser y cantar, y que, probablemente, hasta verano del próximo año las cosas no empezarán a parecerse un poco a lo que eran, el simple hecho de cambiar el calendario ya nos da un poco de esperanza. Y la necesitamos. Mucha.

     

    Por eso, por los que no están y hemos perdido en este infausto año, por los que han luchado a brazo partido contra el virus, por los médicos, los policías, los sanitarios, los trabajadores de supermercado, los profesores, los transportistas, los farmacéuticos y, sí, porqué no, por los periodistas y trabajadores de medios de comunicación que no han dejado de trabajar cada día de esta maldita pandemia, por todos ellos y todos los demás que han estado al pie del cañón, hay que seguir manteniendo la esperanza. Lanzarote volverá a ser lo que era. Es más, será aún mejor de lo que recordamos. Seguro.

     

    Hasta entonces, felices fiestas y feliz entrada de año nuevo… pero mucho cuidado con las uvas, no se atraganten, que hasta la última campanada sigue siendo 2020 y ya sabemos que este año no se anda con bromas.

    Comentarios (1)