Arrecife, regresan las turbulencias
Por Antonio Coll
Una nueva inestabilidad regresa al Ayuntamiento de Arrecife, tras la renuncia del alcalde José Montelongo, dimisión que a mi entender se debe, fundamentalmente, a la actitud de la dirección insular del PSOE que incluso aceptó a “ragadientes” que liderara la lista electoral en los comicios municipales del 2015, al haber sido elegido en unas primarias celebradas, en la Agrupación Local de Arrecife. Como es conocido, ya entonces, José Montelongo, se encontraba “imputado” por la llamada trama “Montecarlo”, en su etapa como concejal de Hacienda y donde están implicados además altos funcionarios, políticos y empresarios. El debate que se ha abierto por la renuncia del alcalde, obliga a preguntarnos el por qué se le permitió presentarse, a sabiendas de la posibilidad de que su investigación pasara a juicio oral, como ha sucedido, con la solicitud de una millonaria fianza judicial. Naturalmente, la tan elevada fianza, es una decisión del Juez que muchas veces sirve para “presionar” a supuestos inculpados para que aporten información verídica y, posteriormente, ofrecerle una cuantiosa rebaja, si obtiene más pruebas para el proceso judicial.
Sea como fuere y refiriéndome al ámbito político, sin lugar a dudas, la dimisión de José Montelongo va a tener una repercusión muy grave para los destinos de Arrecife. Y las turbulencias que siempre aparecen en cada legislatura, por un motivo u otro, permanecerán de nuevo, en el largo tiempo que aún falta para su finalización.
La historia del Ayuntamiento de Arrecife, en los últimos veinte años, más o menos, no es para sentirse orgulloso. La “anarquía” y “malas prácticas”, quizás sean las cuestiones que más han sobresalidos, en un ayuntamiento que, desde hace mucho tiempo, se hacía imprescindible la utilización de una “majestuosa lavadora industrial” para erradicar la “pandemia” detectada, incluso, desde antes de la legislatura de Maria Isabel Déniz. Porque el descontrol absoluto en las contrataciones; las extorsiones llevadas a cabo en muchas áreas, sobre todo en urbanismo, contra empresarios y particulares y un sinfín de irregularidades, han hecho mucho daños a la ciudad y han sido las causas principales de la “decadencia” de Arrecife, que para colmo, funciona con un Plan Urbano de Ordenación totalmente obsoleto y desfasado para el desarrollo sostenible de la capital de la isla. Potenciales inversiones millonarias se han perdido, precisamente, por no existir un instrumento urbanístico reglado a los tiempos actuales.
En cuanto a las formas que se han utilizado por parte del PSOE para finiquitar la “crisis institucional municipal”, respaldo las declaraciones realizadas por el secretario de Comunicación de Coalición Canaria, Echedey Eugenio, en relación de que se debe revisar el pacto entre los tres partidos que conforman el grupo de gobierno: PSOE-CC-PIL. Es obvio, porque se trata de nombrar a un nuevo alcalde, en consecuencia, se tiene que abordar una nueva negociación y redactarse un pacto consensuado por los tres.. Es una cuestión fundamental que se debe de tener muy en cuenta. Está en juego la aprobación inicial del PGUA, y los socios nacionalistas e insularistas tienen derecho a conocer la actitud e intenciones del candidato o candidata a regir la corporación municipal de Arrecife. En la oposición, el Partido Popular -5 concejales- denuncia la “incapacidad” de la supuesta candidata socialista, como futura alcaldesa de Arrecife para sacar a la ciudad de “su decadencia”.
Yo no sé si en esta nueva tesitura, el grupo de gobierno municipal podrá afrontar los complejos y difíciles compromisos, muchos de ellos prioritarios, antes que acabe la legislatura en el 2018. Espero que una “voz profética” ilumine el quehacer diario de un Ayuntamiento, plagado de múltiples escándalos internos y entramados institucionales, que ha causado, entre sus residentes, tanta indignación y sospecha.
