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Contraataque a la “venganza” de Luis Ibarra


Por Antonio Coll

 

 


El actual Presidente de la Autoridad Portuaria, ubicada en el Puerto de La Luz, el socialista Luis Ibarra, puede, por ahora, respirar más tranquilo, tras conocerse la no incorporación del PP en el Gobierno de Canarias, después de más de un mes de negociaciones. No obstante, no ha sido ninguna sorpresa porque las posibilidades eran mínimas ya que el PP en Madrid, necesita el voto de CC en el Congreso de los Diputados y ante esta situación, los populares canarios poco podían exigir para gobernar con los nacionalistas. Pero esto es otra historia. El mandamás socialista, Luis Ibarra, de la Autoridad Portuaria, conformado por los tres puertos de interés general en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, hizo saltar todas las alarmas el pasado viernes, cuando su Consejo de Administración, celebrado en Las Palmas, presentó y aprobó el “Plan de Empresas de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP)” , excluyendo las inversiones previstas de 23 millones de euros para la ampliación del Puerto de Arrecife y el contradique-sur de Los Mármoles, partidas contempladas en los Presupuestos Generales del Estado para el 2017/18. Luis Ibarra y su séquito, en un juego malabarista, ha intentado desviar la inversión para los periodos 2020-23, cuando en el Plan Director estaba previsto para los años 2018-19. El objetivo de la APLP era remitir esos fondos al muelle Reina Sofía-Puerto de la Luz que, posiblemente sea necesario, pero ¡hombre! no acosta de Lanzarote, como nos tiene acostumbrado Luis Ibarra y sus antecesores. Es posible que el presidente portuario grancanario esté dolido por las negociaciones lanzaroteñas, (Senador, Cámara de Comercio, CEL y el propio Cabildo), mantenidas directamente con Puertos del Estado-Ministerio de Fomento del Reino de España. Tras la decisión de la Autoridad Portuaria de Luis Ibarra, las reacciones lanzaroteñas fueron contundentes. Para el presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, es “inadmisible la decisión” y expresa su “oposición radical”. En similares términos se manifestó el senador por Lanzarote, Joel Delgado (PP), afirmando que “es intolerable que Luis Ibarra intente de nuevo castigar al Puerto de Arrecife, escudándose, supuestamente, en el simple hecho de haber negociado las inversiones para Lanzarote, directamente con Madrid”. Pero, precisamente, por estas acciones directas con el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, las reivindicaciones históricas para el puerto lanzaroteño han sido atendidas, al comprobarse que las legítimas aspiraciones del Puerto de Arrecife las tenía “congeladas” la APLP, cuyas políticas de gestión tenían siempre como epicentro los intereses del puerto grancanario, desvinculándose y excluyendo, repetidamente, las necesidades prioritarias del Puerto de Arrecife, como si no perteneciera al ente mal llamado provincial. También ha extrañado la actitud de la alcaldesa de Arrecife y su representante en el Consejo de Administración, ambos más cercanos a las discriminatorias directrices de la Autoridad Portuaria de Luis Ibarra. Eva de Anta (PSOE) y Tomás Fajardo (PIL) tendrán que explicar, públicamente, porqué no defienden los intereses de las infraestructuras portuarias de Arrecife. Ellos sabrán. También los votantes.


El senador por Lanzarote, el popular, Joel Delgado, el miércoles día 19 de Julio, después de contactar con el presidente estatal, José Llorca, ofreció una rueda de prensa, asegurando el firme compromiso de Puertos del Estado de garantizar el arranque de las obras para el próximo año, con Fondos de Compensación Interportuaria, tal como estaba previsto.


No obstante, la intervención de Puertos del Estado, en la reunión prevista para el próximo 27 de Julio, con todas las autoridades portuarias del Reino de España, será decisiva y crucial para confirmar todos los datos y aplacar la supuesta rebeldía e intenciones de Luis Ibarra y su séquito. El presidente estatal, José Llorca, conoce, afortunadamente, la forma de actuar de la APLP. Pero ya veremos cómo queda toda esta polémica suscitada por políticas partidistas e indignas de un ente público, con competencias en el ámbito “provincial”.


De nuevo tengo que insistir que hay que librase de la dependencia “provincial”. Los efectos secundarios que producen son potencialmente peligrosos para los que vivimos en las islas periféricas. Hay que acabar con los angustiosos episodios, que décadas tras décadas, tenemos que combatir para que se respete escrupulosamente las necesidades de las islas periféricas. Ya estamos cansados de centralismos prepotentes y de sus actitudes miserables. La fórmula “provincial” en las Islas Canarias no tiene lógica, cuando existe un parlamento, un gobierno autonómico y siete cabildos insulares. La división provincial canaria, en los actuales tiempos, es un contrasentido. Es decadencia para cinco islas. Es agobiante. Asfixia.

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