Controvertida visión de Patrimonio
Por Antonio Coll
En 1994, el Gobierno de Canarias culminó el proceso de transferencias en materia de patrimonio histórico a los siete cabildos de Canarias. Desde entonces, el Departamento de Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote tiene las competencias de carácter administrativo, divulgativo, restauración, rehabilitación, entre otras cuestiones medioambientales, como la declaración de “Bien de Interés Cultural”.
La polémica surgida, en referencia al Portal de Belén viviente de Tinajo, vuelve a ser noticia las directrices y criterios que el ente público lleva a cabo. El propio alcalde de Tinajo, Jesús Machín, elabora una demanda judicial contra Patrimonio, por entender que la prohibición de Patrimonio esconde mucha subjetividad, con interpretaciones legales que se pueden rebatir. El regidor de Tinajo califica de “injusticia” dicha actuación y lo demostrará en los juzgados. Los polémicos “Baños de los Dolores”, por poner un ejemplo, siguen en pie, cumpliendo un servicio de excelencia, si bien los impulsores fueron perseguidos y demandados.
Sea como fuere, el Portal de Tinajo abre la espiral, una vez más, de la controvertida visión del ente patrimonial insular si la actuación de preservar o proteger, en todos los ámbitos, se aplica con criterios racionales y con sentido común. En Arrecife, por exponer un ejemplo, múltiples de inmuebles están declarados como “Bien de Interés Cultural” y muchos analistas y vecinos se preguntan si la catalogación de casas y edificios merecen ser considerados como BIC, por un tipo de arquitectura o construcción propia de una etapa histórica, cuando una buena parte de ellos no tienen ningún significado relevante para ser protegidos. Lo que observa el viandante son inmuebles en ruinas, refugio de roedores, insectos, bolsas de basuras y algunos de los llamados “okupas”. Además algunos están considerados como peligrosos ya que pueden desplomarse, por los años sin ninguna clase de rehabilitación. También, en los últimos años, se producen incendios provocados y el Ayuntamiento desvía la atención, alegando, de forma insensata, que es responsabilidad de los propietarios.
La ciudad de La Laguna, fundada en 1496, en Tenerife, es un ejemplo vivo de cómo se tiene que actuar. Su Conjunto Histórico, con 627 edificaciones rehabilitadas, está declarado como Patrimonio Mundial, desde 1999. Y cuando digo que es un ejemplo clarificador es porque en la ciudad tinerfeña, los propios funcionarios de Patrimonio son los que se entrevistan con los propietarios, ofreciéndole toda clase de ayuda técnica para restaurar los inmuebles, incluso tramitando la licencia. Aprender de La Laguna es muy recomendable. Solo se necesita voluntad y ganas verdaderas de constituir un patrimonio autentico en Lanzarote, como oferta complementaria, cultural e histórica para el conocimiento y disfrute de la población residente y los millones de turistas que nos visitan cada año.
Corresponde al Gobierno insular y a la propia Oposición, aprobar en un pleno, nuevas directrices para gestionar de forma realista el conjunto de los bienes existentes que forman el patrimonio cultural, histórico, arqueológico y otros de la isla. Pero se exigen modelos ágiles y dinámicos a la hora de preservar o proteger los bienes, evitando los tejemanejes burocráticos que lo único que hace es incordiar y fatigar a los propietarios y futuros herederos. La última noticia de que varios agentes y la Sargento-Jefa del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se le han abierto expediente sancionador, por actuaciones muy cuestionadas, pone en evidencia que el exceso de celos, es contraproducente, como así lo han reconocido los mandos superiores de la Guardia Civil.
La mayor parte de los más de 820 kilómetros cuadrados de Lanzarote y su Archipiélago Chinijo están protegidos, por su valor paisajístico y fenómenos naturales. La actuación de Manrique en los Centros Turísticos, ha significado convertirlos en maravillas del Mundo. La declaración de Reserva de la Biosfera, por parte de la UNESCO, es un ejemplo clarificador. La intervención de la mano del avicultor lanzaroteño, en La Geria, es el resultado del paraje único que disfrutamos.
Patrimonio debe de alejarse de sus controvertidos argumentos a la hora de perseguir y sancionar las buenas ideas y obras. Cambiar de filosofía, es recomendable. También una “cultura” más divulgativa, pedagógica y didáctica. Son requisitos imprescindibles para servir a la sociedad y no incordiarla.
