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¿Dónde vas, Arrecife, dónde vas triste de ti?

Por Antonio Coll

 

 

¿Qué has hecho admirada ciudad de Arrecife, que ya hasta te quieren arrebatar la capitalidad de la isla? Tienes que revelarte ante el permanente fatalismo que no es obra del destino, sino de la trágica gestión política que tras décadas no han sabido mimarte, quererte, no han sabido explotar el enorme potencial que posees, para convertirte en una de las ciudades más próspera y agradable de Canarias. Tienes un frente marítimo envidiable, con playas, islotes y una laguna que penetra hacia el mismo centro de la ciudad. Cuentas con un gran puerto comercial y otro náutico y pesquero. Dos castillos, el de San José y San Gabriel, auténticas fortalezas que, en su época, sirvieron, para resguardarte de las invasiones de piratas. Hasta el Aeropuerto Internacional, inscriben tus iníciales (ACE) en los paneles de vuelos y pasajes. Pero, a pesar de todo, te han perseguido las adversidades y te han convertido en una ciudad desdichada, funesta, malaventurada y esperpéntica.

 

En 1847 fuiste declarada como capital de Lanzarote y te viste beneficiada, cinco años más tarde, por el Decreto de Puertos Francos, con todos los beneficios fiscales y aduaneros, en la entrada de mercancías por el Puerto de Los Mármoles. Paulatinamente, fuiste afianzándote como centro económico, político, comercial y cultural de la isla. Pero tu gran drama ha sido que el desarrollo y el propio crecimiento han sido arbitrarios, sin planes de ordenación urbanístico y arquitectónico con visión de futuro. Y hoy estás fracturada con barrios desordenados, vías estrechas, inmuebles en ruinas, espacios privilegiados abandonados y falta de aparcamientos, entre otros graves problemas. Para devolver la dignidad a tus residentes, cercanos a los 60.000 empadronados, hay que tomarse muy en serio una agenda inteligente, un plan directorio integral que permita actuaciones e inversiones para hacer honor a tu capitalidad y ser la tercera ciudad de Canarias. Y la esperanza solo la puedes depositar en el Cabildo de Lanzarote que ya ha encargado la redacción de un informe, diagnóstico y avance del programa de acción en materia urbanística del proyecto “Arrecife, Capital de la Reserva de la Biosfera”, dirigido por un reconocido arquitecto y urbanista, Juan Palop-Casado, también graduado máster por la Universidad de Harvard (EE.UU). Su capacidad profesional y académica está avalada por su gran experiencia en la redacción de planes para “la dinamización funcional de cascos urbanos, la puesta en valor de espacios litorales o el desarrollo de zonas turísticas”. El presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, consciente de la envergadura del trabajo para que vuelvas a recuperar el orgullo capitalino, ha sabido elegir con mucho tacto, a un experto con proyectos nacionales e internacionales, todos de alta cualificación. Solo espero que los “discapacitados” dirigentes del Ayuntamiento de Arrecife no pongan piedras en el camino que ya ¡triste Arrecife!, bastante “empedrada” estás, desde hace varias décadas. Yo solo espero, ¡admirada Arrecife!, que a medio plazo, tu devenir trágico, dramático y apocalíptico encuentre el esplendor que mereces. Pero hay que cambiar el rumbo. Hay que acabar con un ayuntamiento que tiene similitud a los antiguos circos romanos. Precisamente, Roma desapareció, en su época, porque su decadencia se disfrazaba en espectáculos, sin preocuparse sus dirigentes en modernizar la ciudad del imperio, como si hizo la antigua Atenas. Te pido Arrecife un nuevo despertar, alejado de los inútiles e incompetentes, que solo te degradan y frenan tu prosperidad. Tengo la convicción de que, en un tiempo prudencial, Arrecife recuperará su orgullo capitalino, como muy bien expresa Pedro San Ginés. Para ello, hay que incorporar soluciones avanzadas en todos los proyectos, con una planificación urbanística modernista, acorde a los tiempos que vivimos.

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