El asalto al Cabildo, sin alternativas
Por Antonio Coll
Como era de esperar, porque el fracaso estaba anunciado, la mesa de partidos de la oposición, en el Cabildo de Lanzarote, conformada por PSOE, C,s, Somos y Podemos, con el objetivo de presentar una moción de censura al presidente, Pedro San Ginés y su minoritario gobierno, se quedó en “aguas de borrajas”, al no contar con el número de consejeros suficientes para formar un grupo de gobierno mayoritario. Circunstancia que se sabía de antemano al anunciar el PP, PIL y Dr. Sosa, que no participarían en la citada operación de “cortarle” la yugular a San Ginés. La actitud responsable del Partido Popular de Astrid Pérez de alejarse de juegos estrambóticos, tiene su valoración positiva, porque la posibilidad de conformar un gobierno insular con los beligerantes consejeros de la oposición, sería una catástrofe para los intereses de la isla de Lanzarote. Y no es para menos, cuando el grupo de gobierno actual, a pesar de estar en minoría, intenta gestionar positivamente todas las áreas del Cabildo y sacar hacia adelante todos los proyectos prioritarios pendientes de aprobación. En este sentido, sería conveniente que los tres consejeros del PP, se integraran en el grupo de gobierno, como incluso voces autorizadas populares se manifiestan a favor, entre ellos, el alcalde de Tías. En una época de presupuestos históricos y en un panorama alentador para avanzar, la participación del PP es necesaria y sus votantes, así como un buena parte de la opinión pública lanzaroteña, aplaudirían esa decisión beneficiosa para todos.
Una moción de censura es muy seria y más cuando hablamos de una administración insular. Por otra parte, el PSOE no puede ser parte de la solución cuando los mismos consejeros socialistas han producido la inestabilidad, con su huída injustificada del entonces mayoritario grupo de gobierno. Por otra parte, la actitud de la formación naranja de Albert Rivera, no es la más acertada, porque arrimarse a una “alternativa” con pocos fundamentos, puede perjudicarles electoralmente, cuando su futuro en el ámbito estatal y catalán es esperanzador, según las últimas encuestas. Salirse de la “mesa de grillos” es lo que muchos electores le recomiendan. En cuanto a Somos y Podemos, poco puedo decir y, además, está en su papel de hacerse oír y ver, en el intento de ser protagonistas en el plano político, como formaciones nuevas en la isla.
Yo capto, en muchos sectores de la sociedad lanzaroteña, que no existen argumentos fundados para cambiar la presidencia del Cabildo y conformar un grupo de gobierno sin Coalición Canaria, la formación más votada en las elecciones de esta legislatura. Porque esa supuesta “indignación” propagada por la “mesa de grillos, todos contra Pedro San Ginés” es inexistente. Por otro lado, reclamar una moción de censura, sin un programa de gestión ni siquiera ponerse de acuerdo para elegir al candidato a presidente, se percibe como carente de perspectivas de unos representares públicos que, en vez de “perder el tiempo” en acciones teatrales, tendrían que preocuparse para que las inversiones previstas para esta legislatura se materialicen, por el bien de toda la sociedad lanzaroteña. Igualmente, han de procurar que los proyectos prioritarios que necesita la isla se aprueben por el bien del futuro de todos. Estas cuestiones son las que importan porque conectan con la gente y ofrecen bienestar, al crearse puestos de trabajo y dinamizar la economía.
Sea como fuere, el Cabildo de Lanzarote, como gobierno insular, ha de encontrar la estabilidad y, por ahora, solo el PP se la puede dar, una vez descartado el PSOE, por voluntad propia, que anda desorientado por su incapacidad de vislumbrar las coordenadas del presente y futuro. Lo dicho, menos retóricas populistas que no sirven para el mundo real y más gestión pública para seguir construyendo los destinos de Lanzarote. Eso espero…
