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El Ayuntamiento de Arrecife, una “chatarra oxidada"

Por Antonio Coll

 

Confieso que cuando me dispongo a escribir sobre el Ayuntamiento de Arrecife, obligado por la actualidad, me da escalofríos, una desenfrenada incomodidad porque solo llegan a mis neuronas cerebrales oscuros recuerdos, quizás, porque en casi todas las legislaturas que he contemplado y vivida, escasos periodos me han dado alguna satisfacción. Confieso que siempre intento que prevalezca, en mi, un cierto optimismo para ofrecer información positiva, pero, desgraciadamente, los acontecimientos y actuaciones de los gobernantes, legislatura tras legislatura, percibo siempre los mismos problemas, las mismas actuaciones irracionales y una incapacidad catastrófica.

 

La última noticia del malestar del grupo de gobierno municipal porque la Cámara de Comercio de Lanzarote ha organizado diferentes encuentros y reuniones entre los técnicos de Gesplan con arquitectos, empresarios, autónomos y medios de comunicación, con el objetivo de ofrecer una clara y transparente información sobre el Plan Supletorio General Urbano, ya ultimado y pendiente de aprobación inicial. Para cualquier persona, con sentido común, capta como acción positiva que la organización empresarial cameral dichas jornadas informativas que, sencillamente, responde a clarificar todos los pormenores del nuevo instrumento urbanístico tan necesario para poner un poco de orden al desconcierto reinante que produce el oxidado Plan Urbano, implantado hace decenas de años. Las manifestaciones del presidente cameral, José Torres son extremadamente preocupantes. Afirma que la intención del grupo socialista en el poder es no aprobarlo. Así mismo, el ex alcalde de Arrecife, José Montelongo, del mismo color político, expresa su preocupación y percibe que su “partido político” no tiene ninguna voluntad de sacarlo hacia adelante, circunstancia, advierte Montelongo: “sería funesta para la viabilidad económica del Ayuntamiento”. Como muy bien es sabido, la caída de José Montelongo, como alcalde de Arrecife, desplazado por su propia formación, no se debió a cuestiones jurídicas, sino por su actitud de estar a favor del Plan Supletorio. Miserablemente fue desplazado, con disculpas revestidas de falsas acusaciones. Con su caída, la gobernanza municipal emprendió un camino muy controvertido, desconcertante y “espinoso”. Para muchos analistas, el actual grupo minoritario municipal es una amenaza para los destinos de la ciudad de Arrecife. Y la amenaza es porque se percibe que de nuevo se retroalimenta de comportamientos y entramados de antaño que tanto daño hizo al histórico PSOE y a la propia isla. Seguir transitando por ese camino empedrado, con figuras oxidadas y maléficas, solo conduce a la existencia de una cruda realidad que un partido histórico no se merece y corre el peligro, a través de sus propios conflictos, a perder, cada día más credibilidad ante la opinión pública y votantes.

 

El Plan Supletorio, sin ser el que más necesita Arrecife, sin lugar a dudas, servirá para avanzar y convertirse en una alternativa transitoria para evitar la quiebra económica de la Corporación Municipal. Es una garantía jurídica y urbanística para el devenir de la ciudad. El futuro está escrito porque las consecuencias están anunciadas. Construir un nuevo Arrecife no se puede producir con “chatarra oxidada”.

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