El Islote del Francés y el embrollo municipal
Por Antonio Coll
Contemplo con bastante hartazgo el embrollo histórico municipal del Ayuntamiento de Arrecife sobre el destino del Islote del Francés. La reciente noticia de que la propiedad de dicha zona, reconocida por los tribunales como suelo urbano, cansada, enojada y enfurecida, después de decenas de años de promesas incumplidas y “mareando la perdiz” para ofrecer una solución al Islote, ha anunciado la solicitud al grupo de gobierno municipal que realice una tasación definitiva y que inicie el procedimiento de expropiación de dicho suelo urbano, así declarado por la Justicia en sentencia firme. Tengo que decir que la última tasación municipal valoraba los terrenos del Islote en unos 114 millones de euros.
He de recordar una cuestión similar como es la parcela frente al antiguo bar de Ginoris que según los cálculos por analistas en la materia, le puede causar al Ayuntamiento un montante de unos 40 millones de euros si contamos el último auto del juez que del 3% de interés lo ha subido al 5%. Este antecedente debe de servir al grupo de gobierno para impedir, en un futuro, la quiebra de las arcas municipales. Otra cuestión es que le importe muy poco sembrar el caos y la propia quiebra técnica del Consistorio municipal.
Yo solo pregunto si hay intereses inconfesables para llegar a las puertas de la barbarie. Porque cada vez se entiende menos el interés del Ayuntamiento de convertir el Islote del Francés en una zona pública…A lo mejor piensan que esto le puede dar votos para los próximos comicios de mayo. Además de ser una insensatez, ningún ciudadano con un poco de lucidez se puede creer unos argumentos que son inviables. Y además, después de pagar el cúmulo de deudas que tiene y que va a contraer, será imposible invertir dinero público para el Islote. En el fondo todo hay que interpretarlo como una discusión entre náufragos. Tengo que recordar que la situación actual del Islote viene de lejos y sólo en tiempo de Cándido Reguera, como alcalde, se intentó darle una salida airosa con un convenio satisfactorio para ambas partes.
La ciudad de Arrecife, capital de la isla desde 1852, se encuentra en una encrucijada, todo por los múltiples embrollos municipales de los distintos grupos de gobierno que han dirigido la política municipal, con minoritarias excepciones. Solo puedo recordar el Master-Plan, en tiempos de Maria Isabel Déniz y Nuria Cabrera, que, a través de un concurso público de actuación Puerto-Ciudad, planteó actuaciones para revitalizar los espacios portuarios de Naos, Charco de San Ginés, Salinas y el propio Islote del Francés, incluyendo zonas contiguas municipales, con propuestas globales que permitieran revalorizar todo el borde costero de la ciudad capitalina. Las expectativas del Master-Plan del arquitecto ganador, Junquera, por acuerdo de la Autoridad Portuaria de Las Palmas y el Ayuntamiento de Arrecife y aprobado en julio del 2006, contenía las líneas maestras del Plan General de Ordenación Urbana (PGOUA), también aprobado inicialmente, pero, posteriormente, con un nuevo grupo municipal, fue enviado a la “papelera de reciclaje”. Fue un grave error porque impidió recuperar el espacio natural de la ciudad de Arrecife. Impidió dotar a la ciudad de un espacio natural urbano de calidad para el disfrute de residentes y turistas, en un ambiente donde se mezclaban actividades comerciales, de restauración, ocio y cultura. Fue una gran oportunidad perdida. Y el coste de la redacción del PGOUA fue cercano al millón de euros, dinero público, a la basura. En abril de 2013 se firmó un convenio de colaboración entre Ayuntamiento de Arrecife y Gobierno de Canarias para redactar un Plan General de Arrecife, a través de la figura del Plan General Supletorio. En el 2014 se somete a exposición pública. En este momento, marzo del 2019, sin una nueva aprobación inicial, no se puede continuar con la tramitación.
En breves palabras para no cansar más. El Plan Supletorio está secuestrado por el Grupo de Gobierno y parte de la Oposición. Nadie sabe las razones, a sabiendas, por parte del Ayuntamiento, que es una herramienta urbanística totalmente prioritaria para iniciar una nueva era y con garantías jurídicas para su desarrollo sostenible y dinamizar una economía paralizada, que impide potenciales inversiones, creación de puestos de trabajo y recuperar el frente marítimo.
El futuro de Arrecife queda en manos de los tribunales de Justicia. Es el único punto inteligible de este embrollo municipal. Desde hace tiempo se viene construyendo una ruina anunciada. Arrecife está anclada y no sabemos qué ocurrirá a partir del 26 de mayo…
