Escrivá, desde un sofá...
Santiago Negrín Dorta
Que fácil es hablar desde un sofá bien repantingado en un Ministerio en Madrid. Que fácil es escudarse en “iré cuando mi agenda me lo permita y sea una visita útil”. Que ratonil es usar el argumento “yo no voy a sacarme la foto a Canarias, con los inmigrantes”. Qué infantiloide es argumentar que los Cabildos y Ayuntamientos no son solidarios...
Ésa es la facilidad con la que enfoca la vida, y la llegada de inmigrantes a Canarias, el ministro responsable (¿?) José Luis Escrivá. Que mala es la soberbia de un tipo al que pagamos su sueldo como político y al que solo se le ha pedido un gesto: que venga por estas tierras, a valorar el problema sobre el terreno y a buscar soluciones conjuntas con las administraciones canarias. Solo era eso, Sr. ministro.
A nosotros, que se saque fotos o no, realmente, nos la trae floja. Allá usted con su “Book” de modelo publicitario. Y realmente pensamos que lo habíamos oído casi todo de usted, pero resulta que, en el Senado, volvió a intentar apretarnos el pico, diciendo que las corporaciones canarias se “ponen de perfil”, a la hora de buscar lugares donde acomodar a los inmigrantes llegados.
Mire Sr. Escrivá, es muy cobarde ir a culpar ahora a otros de no haber hecho la tarea que era del Estado. Esas instalaciones tenían que estar previstas por el Gobierno de España, porque son sus competencias. Llamar ahora a Cabildos y Ayuntamientos, para que le solucionen el problema, diciendo que le ponen trabas, es de gandul e irresponsable. ¿Qué quiere...? ¿Qué le tengamos los centros de acogida preparados con nuestros recursos? Es que nos sobran... ¿sabe?
Y vale que usted, tragándose el sapo de su altanería mesetaria tenga que llamarles, pero que encima nos lo espete públicamente en el Senado, a todos los canarios, dice mucho de usted como gestor y como persona. O más bien...no dice nada. Nada esperábamos de su soberbia. Eso sí, cuando tenga un “hueco holgado” en su apretada agenda, le esperamos para contarle que en lo que va de mes, 127 inmigrantes han perdido la vida o desaparecido (muchos de ellos de hambre y sed), viniendo a Canarias. Esos desgraciados, ya no le podrán contar nada...