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Evaluar el avance o el retroceso

Por Antonio Coll

 

Cuando escribo este artículo, la única información que dispongo es que el Rey Felipe VI baraja la opción de aplazar hasta el próximo lunes 23 de septiembre para tomar una decisión sobre la investidura de Pedro Sánchez o, contrariamente, permitir la convocatoria automática de elecciones el 10 de Noviembre. Esto puede suceder porque el Jefe del Estado no quiere apresurarse, al comprobar el cambio de postura de la formación naranja, Ciudadanos, que en la recta final, antes que concluya la ronda de consultas, ha saltado a la palestra para un posible apoyo al actual presidente del Gobierno del Reino de España, en funciones. Este inesperado fenómeno “metafísico” del líder centrista, Albert Rivera, se puede analizar por diferentes cuestiones, pero la que más prevalece, es un supuesto descalabro para su formación, en caso de nuevos comicios generales. Incluso, en diferentes encuestas, Ciudadanos es superado por la confluencia podemista de Pablo Iglesias. La actitud de Albert Rivera de negarse a un pacto con el PSOE, cuando ambas formaciones supera la mayoría parlamentaria, no se ha entendido por una mayoría cualificada de expertos políticos, al entenderse como un pacto natural entre dos partidos “socialdemócrata” y centro-izquierda.

 

Si se pone el punto de vista de la recesión económica en la Eurozona, sobre todo en la “locomotora” Alemania, lo del Brexit, el parón en el consumo, la clara desaceleración del empleo y la subida del petróleo, por el reciente atentado en Arabia Saudita, pueden ser otros argumentos de peso para que Pedro Sánchez y Albert Rivera se pongan de acuerdo, dejando al margen sus cuestiones particulares y mirando los intereses generales del Reino de España. Para ello, es urgente la formación de un gobierno con funciones, ya que opino que ir a una repetición de elecciones, es contraproducente porque el tiempo apremia para evitar un posible colapso en la economía española, y por ende, en Canarias, que tiene al sector turismo, como su principal motor económico. El propio ex presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, lo expone claramente en un artículo que publica este mismo medio, titulado “Vienen curvas” y , entre oras cuestiones, cita la advertencia del Banco Central Europeo al Ejecutivo Español en funciones, “que ya no tiene margen para aumentar el gasto público de España. Y lo dice cuando el actual presidente en funciones ha presentado un plan de 370 medidas que si algo significan es precisamente más gasto público: 25.000 millones de euros”. “Yo no les pido que prometan a los españoles sangre, sudor y lágrimas. Les pido sensatez. Sentido común. Sentido de Estado. Les pido que no nos lleven de nuevo al matadero. Que no cometan los errores de la pasada crisis que tanto dolor causó a las familias españolas”.

 

Mi reflexión, después de lo visto y no visto, es si ¿vale la pena una repetición de elecciones generales?, cuando compruebo que una buena mayoría de la población española se muestran indiferentes, cuando no hostiles, a una convocatoria electoral, en un periodo inestable y que solo debe de primar los intereses generales del Estado, compuesto por 17 comunidades autonómicas. Porque nadie entiende a la clase política actual y las estrategias de los líderes de los partidos de ámbito estatal. Solo se percibe la carencia de pragmatismo y falta de un perfil estadista. La situación es clara: no se aúnan esfuerzos y tampoco convergen hacia objetivos de mejorar el bienestar social y económico de la mayoría de la población que viven en el Reino de España. Y más cuando hay indicios de ralentización en la economía mundial que, para hacerle frente, es necesario la solidez de un gobierno estable.

 

Canarias puede tener suerte si, finalmente, Pedro Sánchez es investido, porque el presidente del ejecutivo canario, Ángel Víctor Torres, es socialista y leal al secretario general estatal del PSOE. No es un consuelo. Es progreso económico, porque Sánchez cumplirá con el Régimen Económico y Fiscal de Canarias y el nuevo Estatuto de Autonomía. En esta cuestión estoy convencido y por eso lo expongo de forma convincente.

 

En estos apuntes, sin aún conocer el desenlace de la investidura, solo he tenido la modestia intención de evaluar si se avanza o se retrocede.

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