Invasión incesante de ambigüedades
Por Antonio Coll
Contemplo con bastante hartazgo el panorama político de Lanzarote, donde ya me invade múltiples dudas sobre la clase política reinante en la isla. Es inaudito que aún el gobierno insular no esté conformado por una mayoría suficiente para avanzar en la materialización de los proyectos pendientes y prioritarios. Es inaudito que el Ayuntamiento de Arrecife se mantenga con un grupo de gobierno beligerante entre las formaciones que lo componen -PSOE-CC-PIL-. Es inaudito que en una época de bonanza económica ocurran enfrentamientos que solo producen parálisis en el discurrir cotidiano de administraciones públicas de tanta importancia como las citadas. En este cúmulo de dificultades, se percibe la gobernanza y el buen quehacer de la gestión pública, muy alterada e impropia para regir los destinos del Cabildo Insular y la corporación municipal capitalina.
Solo una cifra. En los presupuestos para el 2018 del Gobierno de Canarias, se contemplan 72 millones de euros para Lanzarote. ¿Ustedes creen que en la inestabilidad política real existente se puede llevar a cabo inversiones en infraestructuras y mejoras de servicios públicos? De hecho, delas partidas económicas aprobadas para el año en curso -2017- solo se han invertido unos 10 millones de euros, de los 43 millones previstos, según el PP. Gráficamente expresa un contrasentido solicitar más inversión al Parlamento y ejecutivo canario, si después en Lanzarote, en vez de preocuparse para materializar lo presupuestado, se pierde el tiempo en cuestiones nimias y absurdas. ¿Para qué sirve considerar las partidas del presupuesto canario como históricas, si no se puede invertir? ¿Las causas? Entre otras, son no tener actualizado el Plan Insular de Ordenación del Territorio –PIOT-; el Plan General Urbano de Arrecife -PGUA- y otros instrumentos necesarios para ofrecer vía libre a las inversiones y proyectos. Afortunadamente, se salva de la inestabilidad presupuestaria los Planes de Infraestructura Turística que para el 2018, están previstos ejecutar, en distintas obras de los municipios turísticos, en torno a 17 millones de euros. Entre las infraestructuras, destacan la vía ciclista, el paseo de la Cucharas en Costa Teguise, el embellecimiento de Puerto del Carmen y el ansiado Palacio de Congresos, tantas veces anunciado, con bombo y platillo. Una inversión extraordinaria que supera con creces las partidas de ejercicios anteriores.
Tiene razón la líder del Partido Popular, Astrid Pérez, cuando indica que para despejar el “espejismo” triunfal de las cuentas autonómicas, se hace necesario un gobierno insular equilibrado, con mayoría suficiente para “afrontar los grades retos que demanda Lanzarote”. Naturalmente, para ello, se hace imprescindible que CC culmine las negociaciones con el PP, para integrarlo en el grupo de gobierno. La presidencia del Cabildo no se puede rifar como en una tómbola, como pretende algunos partidos de la Oposición. Coalición Canaria, PIL y Dr. Sosa, han de llegar a un acuerdo urgente con los populares, para despejar la incertidumbre existente y conseguir la estabilidad del gobierno insular, tan prioritario en estos momentos. Acabar con la invasión incesante de ambigüedades, entre las que destacan las promovidas por el Psoe, Somos, Podemos y Ciudadanos, debe estar en la hoja de ruta del presidente, Pedro San Ginés y, sencillamente, solo tiene una salida: aceptar parte del programa del PP. El interés general y la prosperidad para el año y medio que aún quedan para la celebración de las próximas elecciones, justifican con creces el pacto tan requerido por una buena parte de la sociedad lanzaroteña. Solo se ha de mirar la realidad y el futuro, con cierta perspectiva de confianza y seguridad.Todo lo demás es ofrecer más combustibles a una entretenida Oposición desigual y ambigua, deseosa de encender la “mecha”, solo para “explosionar” a San Ginés de la presidencia del Cabildo y contentar a unos cuantos. Y no está la isla para experimentos artificiosos…
