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La demagogia al cuadrado

Andrés Martinón

 

Es curioso cómo funciona la mente. El otro día oía hablar a Pablo Iglesias y me vino a la cabeza la letra de una canción compuesta por Fito Páez y Joaquín Sabina que lleva por nombre “Llueve sobre mojado”. Al final de la misma, la letra dice algo así como “Dormir contigo es estar solo dos veces; es la soledad al cuadrado”.

 

Muchos de ustedes pensarán qué tendrá que ver el líder de Podemos con el desamor o la soledad. Pues nada. Lo que me hizo relacionar la canción es el poder de la metáfora y mi mente recordó la canción y la traduje en algo así como ver a Pablo Iglesias “es ser dos veces demagogo; es la demagogia al cuadrado”.

 

El asalto al cielo que propuso basándose en peligrosas comparaciones ya se ha venido abajo. El creyó que el chalé no le iba a pasar factura política y vaya si se la ha pasado. Y es que el pueblo te da oportunidades pero te las quita si te pasas. Lo peor del chalé no es que él hiciera lo que dijo no haría nunca, lo peor era el mensaje de etiquetar a la gente y decir lo que está bien y lo que no.

               

Digo esto porque el descalabro de Podemos en las autonómicas huele ya a descomposición. Una descomposición que ha ido cocinando el propio Iglesias a fuego lento. La eliminación de los fundadores de Podemos, sobre todo la última de Errejón, ha sido como un tiro en el pie que puede acabar en desangrado.

 

En el nombre de la izquierda se permite todo y se hacen cosas que nadie se atrevería a hacer, lo que pasa es que la superioridad moral está por encima del bien y el mal. Lo digo porque el hiperliderazgo de Iglesias ha permitido un “stalinismo” grado máximo, en el que colocar a dedo a su pareja como número dos del partido en cualquier otra formación política sería llevado de oficio a los tribunales.

 

El lado contrario de Iglesias lo veía en un programa en el que Javier Cansado, integrante de esa maravilla de dúo cómico que es Faemino y Cansado, reconocía haber sido marxista y católico cuando era joven y pobre pero que tuvo que convertirse a la socialdemocracia cuando ya ganó dinero. Con toda la agudeza, sinceridad y gracia, Cansado acababa diciendo algo así que ahora es rico pero sin contradicciones.

 

La verdad te hará libre. Es el único consejo que yo le podría dar a un joven que empiece en la política. Que trabaje para mejorar la vida de su comunidad. Probablemente, sea el camino más largo pero es el único que verdaderamente te lleva al destino final.

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