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La fuerza de los ambiciosos embaucadores

Por Antonio Coll


La admirada periodista de esta casa, Gloria Artíles, recomienda en su artículo de Lancelot impreso, mes de octubre, conocer la sabiduría del periodista, filósofo y escritor francés Jean Françoise Revel. Se lo agradezco, porque me ha servido para potenciar mi reflexión sobre algunos aspectos. He ojeado, digitalmente, algunos de sus libros, como “El conocimiento inútil”, “La tentación totalitaria”, “Las ideas de nuestro tiempo”, “El renacimiento democrático” y algunos más…todos ellos rodeados de polémicas, según las reseñas publicadas en distintos medios de comunicación.


Explica el periodista francés que “Nunca la informacion ha sido tan abundante, tan rápida, tan omnipresente”. Se refiere a la época actual, que se puede calificar “la era de la comunicación”. El escritor de “El conocimiento inútil” se plantea si la abundancia del saber se está empleando correctamente, en nuestras sociedades, o bien se utiliza para influencia ideológica o manipular a mucha gente. En la “Tentación totalitaria”, Revel pone de relieve “La ingenuidad de quienes con buena intención aceptan que se quebranten las reglas morales y los procedimientos del Estado de Derecho adoptados durante siglos de costosa evolución”. Y remata el filósofo, y esto es lo grave, que “Muchos pueblos son cándidas víctimas, pues caen en la tentación totalitaria, arrastrados por el incendiario verbo de populistas demagogos”.

 

Cercano ya a las elecciones autonómicas y locales, ya estoy contemplando, en el patio político de Lanzarote -y Canarias-, el “jolgorio” de los partidos políticos, solo centrados en utilizar el lenguaje electoralista, con mucha fuerza, para lanzar mensajes beligerantes, entre unos y otros, solo con la intención de desprestigiar al contrario, pero, la mayoría de las veces, los mensajes están vacios de contenidos y solo capto, en algunos/as, un perfil de ambiciosos embaucadores, que se dirigen a un electorado ya cansado de tantas promesas, para repetidos proyectos que nunca ejecutan. Yo no quiero ser repetitivo ni quiero exponer mi pesimismo, a veces, tachado de fatalista. Pero pregunto, solo son preguntas: ¿Cuántos proyectos prioritarios se han aprobado en la legislatura presente? ¿Por qué el Plan Insular del Territorio, el Plan General Urbano de Arrecife, el Plan Especial de La Geria, entre otros, están amenazados de no aprobarse antes de Mayo/19? ¿Qué ocurre en esta isla cuando, legislatura tras legislatura, se ponen tantos frenos al progreso y al bienestar de una buena parte de la población? ¿Por qué se persigue a empresarios y potenciales inversores? El electorado tiene la obligación de reflexionar, de mirar con lupa a todos aquellos candidatos demagogos y embaucadores, poniendo la vista atrás, que han impedido el desarrollo de una isla con múltiples posibilidades de generar riqueza y mejorar el poder adquisitivo de sus ciudadanos, para que puedan vivir dignamente. Para que las empresas, pequeñas, medianas y grandes, dispongan de un terreno menos “empedrados” y puedan crear riqueza, generando empleo y erradicando la pobreza. Esto es lo que le importa a la gente, no cantos de sirena que no llevan a ninguna parte y solo castigan a los más desamparados, huérfanos de ayudas y oportunidades.

 

En esta era de la comunicación, donde el poder de los mass media se ha acrecentado, es esencial distinguir los mensajes que lanzan, sobre todo cuando prescinden de las más elementales normas éticas para beneficiar a demagogos populistas, con tentaciones totalitarias y estalinistas. Eso sí, aparentan defender la libertad de expresión y la democracia, pero en el fondo, como describe nítidamente, Jean François Revel: “Algunos de estos embaucadores son personas sin escrúpulos que persiguen el poder a cualquier costo”. Y esto sí es un peligro para el sistema democrático liberal y social. Y este final no solo va dirigido al electorado lanzaroteño y canario. Sino a todos los que habitamos en el llamado Reino de España. Porque las elecciones generales, en el ámbito estatal, pueden estar también cerca, después de que la presidente andaluza socialista, con sorpresa, haya anunciado elecciones para la comunidad de Andalucía para el dos de noviembre.

 

Por ahora, el “jolgorio” y el bullicio político ya se ha iniciado. Escucharemos las “doce campanadas” para recibir el 2019 y sus zumbidos no pararán hasta mayo. Pobres tímpanos…Y no es una metáfora. Bueno, algo parecido. Pero no se olviden de taponarse los oídos cuando ambiciosos embaucadores le intentan atrapar para que voten por ellos. Solo es una sugerencia.

 

 

 

 

 

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