La indefensión
Gloria Artiles
Tras varios días insistiendo, usando como treta diferentes prefijos de Bilbao y de Zaragoza, un operador de telefonía móvil me cogió en un renuncio y sin querer descolgué el móvil. Una voz al otro lado de la línea dijo que quería ofrecerme mejores condiciones económicas de la tarifa que tengo actualmente, a lo que le respondí que eso no era cierto (por usar un eufemismo), porque a estas alturas ya sé que ninguna compañía me va a llamar a mí para mejorar mis condiciones, sino para mejorar las suyas, y menos las económicas, que por cierto me parecen un atraco a mano armada, sabiendo que el coste de la telefonía móvil en España es el más caro de Europa y sin que aquí nadie convoque una manifestación día sí y otro también ante semejante tomadura de pelo continuada. Corté por lo sano porque es imposible dialogar con “el sistema”, que se aprovecha de una de las debilidades de la democracia: la indefensión real y el escaso margen de actuación efectivo del que dispone el individuo, independientemente del derecho a la queja (que sirve para un desahogo, pero para poco más).
No sé si a ustedes les pasa, uno (o una) tiene la sensación de que te tratan de engañar por todos los lados, sin que podamos hacer absolutamente nada. ¿Sabían ustedes que mientras nos entretienen en si hay ultraderecha o ultraizquierda, nos acaban de subir la tarifa de la luz por la cara? ¿Y se han fijado en que a pesar de que nos han aumentado hasta un 75% el descuento de los billetes, los viajes a la Península nos cuestan casi lo mismo que cuando la bonificación era del 50%? ¿Han reparado en que mientras nos repiten a los autónomos que van a implantar medidas para ayudarnos, han hecho justo exactamente lo contrario y nos acaban de endiñar una subida de cerca de 65 euros al año a cambio de no sé qué mejoras en no sé qué difusas prestaciones? Hablan de una supuesta ampliación de 12 a 24 meses de la supuesta prestación por desempleo de la que supuestamente ya gozan los autónomos. ¿Pero, por favor, conocen ustedes algún autónomo que alguna vez haya cobrado el paro? Si lo conocen, que me llame, sobre todo para saber cómo ha conseguido vencer a la implacable apisonadora del sistema.
Sí, “el sistema”, “eso” que no tiene rostro pero que lo formamos todos, que logra hábilmente a través de los medios y de las redes, atrapar nuestra atención encandilándonos en demagogos planteamientos ideológicos, adormeciendo así nuestra capacidad genuina de reflexión, y hurtándonos a las personas la capacidad de elección y decisión para cambiar las cosas de verdad. Hacen lo que les da la gana. Tenemos que despertar porque vivimos anestesiados.
