La nueva autonomía refuerza el autogobierno en Canarias
Por Antonio Coll
No se alcanzó el pico del Teide, pero la reforma y modernización del Estatuto de Autonomía de Canarias, aprobado en el Senado Español, es un avance positivo, con algunos cambios notables que permitirán mirar el horizonte canario con más optimismo. El blindaje del Régimen Económico y Fiscal (REF) que se desvincula del sistema de financiación autonómica, en el ámbito estatal, se interpreta como una reivindicación histórica ya que no se supedita a las decisiones, la mayoría arbitrarias, de los gobiernos españoles, independientemente del color político que esté en el poder. Otra clave importante aprobada, ya recogida y propuesta por el Parlamento de Canarias, en el 2015, será la capacidad del presidente del Gobierno de Canarias de disolver la Cámara legislativa autonómica y convocar elecciones anticipadas. Cuestión indispensable para épocas de inestabilidad gubernativa. Otro hito conquistado, en derecho marítimo, es el reconocimiento de las aguas canarias, establecidas en el perímetro lineal del Archipiélago, que pasan a ser competencias de la Comunidad Autónoma de Canarias y no del Estado Español. Serán aguas jurisdiccionales canarias, siendo la primera autonomía española con el citado derecho. En cuanto a los derechos sociales, se contemplan en el nuevo Estatuto la obligación de los poderes públicos de velar por las personas que viven en las islas en situación de exclusión social, teniendo derecho a acceder a una renta de ciudadanía, a través del desarrollo de los servicios públicos.
En relación a la reforma del sistema electoral que de los 60 parlamentarios actuales se posibilita la ampliación futura hasta 75 diputados autonómicos, ya en otras entregas, me posicioné contrario, al entender que iba en contra de la realidad social y territorial del Archipiélago Canario porque iba en perjuicio de las islas de La Palma, Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro. Además de ser innecesario e injustificado porque ya de hecho el poder se concentra en Gran Canaria y Tenerife y, sobre todo, en las cúpulas de los partidos políticos y no en los elegidos. Poner como escudo el número poblacional, en detrimento del territorial, es una insensatez y absurdo que solo provocara más desequilibrios ý hostilidades entre las islas capitalinas con el resto. Solo partidos como CC-PNC e insularistas se opusieron, pero las formaciones de ámbito estatal, al contar con mayoría en el Parlamento canario, impusieron su criterio, al creer que ese nuevo sistema le concede más rédito electoral. Ya veremos lo que ocurrirá en el periodo de tres años, plazo máximo para aprobar la ley electoral por el Parlamento autonómico.
En lo que se refiere a la eliminación de los aforamientos a los parlamentarios, bajo mi opinión, es bastante discutible, en una comunidad donde el “deporte favorito” es crear beligerancia entre políticos y acudir a los tribunales de justicia por cuestiones nimias y la mayoría de las veces injustificadas. Para mí, el aforamiento no es un privilegio jurídico, solo por el hecho de que los cargos públicos sean juzgados por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, Audiencias Provinciales o el Supremo. Son representantes públicos elegidos y el hecho de ser juzgados por magistrados de especial cualificación, impediría saturar los juzgados ordinarios y crear inestabilidades en la actividad normal del poder legislativo autonómico. Por eso también estoy de acuerdo que policías nacionales, autonómicos y guardias civiles, así como el Poder Judicial. estén aforados porque, con una especial protección, sirven mejor al Estado y comunidades autonómicas. En otra entrega, profundizaré sobre esta cuestión hoy polémica entre los políticos, normal cuando se inicia un ciclo electoral…
Para terminar con las cuestiones más importantes contempladas en el nuevo Estatuto, solo decir que La Graciosa adquiere la consideración de octava isla oficialmente, aunque Caleta de Cebo y Pedro Barba, seguirán dependiente del Ayuntamiento de Teguise, porque el resto del territorio es competencia estatal, por un acuerdo plenario municipal, en los años 80.
Canarias, dice la canción de Senante: “Mi pueblo son siete islas que en el Atlántico nadan y sus gentes han nacido, entre el salitre y la lava…” Ahora habrá que cantar que son ocho habitadas… El 8 es considerado el número de la justicia y de la plenitud. Para Pitágoras el 7 era el número perfecto. Dante usaba el 7 en sus obras y la Biblia lo menciona con frecuencia. ¿Qué secreto ocultan ambas cifras? Habrá que investigar…
Fernando Clavijo considera muy destacable el consenso en las Cortes Españolas para la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía, con el respaldo del 80% de los partidos políticos, a excepción de Unidos Podemos que votó en contra, con la abstención de Ciudadanos y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC). También recordó el presidente canario la actitud positiva del nuevo líder del PP, Pablo Casado para agilizar la aprobación del Estatuto, en el Senado, donde los populares ostentan mayoría absoluta. El presidente del ejecutivo canario ha calificado de “hecho histórico” la reforma estatutaria.
Estaremos a la expectativa para comprobar que los derechos reconocidos de los canarios y residentes, en el nuevo instrumento estatutario y REF, se materialicen. Sólo lo digo por experiencias del pasado. Pero, por esta vez, me apunto al optimismo, pero con lupa y prismáticos.
