PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

La prórroga de la prórroga

Por Francisco Pomares

Publicado en El Día

 

María Australia Navarro anunció ayer en el Parlamento que se acabó el fandango. No habrá pacto de gobierno con Coalición, y el PP hará de su capa un sayo. Según parece, Asier Antona se lo había adelantado a Clavijo un rato antes, explicándole que el PP no podía aceptar que no se rebajara el IGIC (la excusa) ni volver al reparto de consejerías aceptado anteriormente (la realidad). El anuncio se realiza antes de que Clavijo se reúna con Cospedal, y no modifica la posición de apoyo del PP a la ley de crédito presupuestario.

 

La verdad es que la baraka de Clavijo empieza a resultar sospechosamente sobrenatural: o firmó de (más) joven un pacto con el diablo, o este hombre nació con una flor en el trasero. El PSOE le aprobó el presupuesto de 2017 pocos días antes de abandonar el consejo de Gobierno por segunda vez y firmar su propio suicidio. Después, el PP acudió en auxilio de un Gobierno tan en minoría que si estuviera más en minoría no sería un Gobierno sino su reflejo, y le sacó las castañas del fuego en la ley de leyes del "clavijato", la del Suelo, y ahora todos los que hacen falta y alguno más se han puesto de acuerdo en el Parlamento para permitir que la otra gran Ley de esta etapa -la que habilita el gasto del maná de millones mesetarios- salga sin más apuros que el maquillaje de alguna enmienda. Con los votos a favor de Coalición, los gomeros, el PP, Nueva Canarias, el PSOE y Podemos. Unanimidad. Así se las ponían a Fernando I.

 

En fin, que si estos van a ser los mimbres para lo que resta del cesto, quizá no le resulte tan difícil a Clavijo gobernar en minoría hasta el final de la legislatura. Porque la suerte no se acaba en lo que ha ocurrido ahora con esta aprobación sorpresiva de la Ley de crédito extraordinario. La suerte constante es disponer de una diputada que resulta necesaria para revalidar todas las acciones de Rajoy. Una diputada que será segura mientras el PP juegue con Clavijo, pero que en caso contrario puede cambiar el curso de los acontecimientos en el Gobierno de la nación. Quizá por eso hay quien opina que es Rajoy el que no ha querido el pacto con Clavijo, precisamente para tener más atada a Oramas, y así poder mantener el inestable equilibrio con el medio diputado Quevedo. Pudiera ser, por muy gallego que resulte el argumento.

 

Y así, mientras en Madrid se hacen equilibrios, en Canarias se hacen apuestas sobre si un mínimo Gobierno de 18 más tres va a ser capaz de agotar la legislatura. Uno piensa que el milagro puede incluso producirse: este joven que nos gobierna con su flor en el orto se ha tomado su tiempo para reunirse con la secretaria general del PP, que anda de ministra por Canarias (supongo que hablarán del tiempo), y para verse mañana viernes por la mañana con el presidente Rajoy. Ya no tiene ni que intentar convencerle para que el PP se incorpore al gabinete, se conformará con el compromiso de no liarse mutuamente el uno al otro la legislatura...

 

En Canarias, a la espera de la reunión de Rajoy y Clavijo, mientras Barragán se hace cruces pensando que mantiene íntegra a la tropa de colocados, los medianeros del PP han cambiado la prórroga de la prórroga preexistente por otra prórroga mucho más larga: durará probablemente lo que dure la legislatura...

Comentarios (0)