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Un jugador 'extraTegueste'

Andrés Martinón

 

Cuando lo ves te lo imaginas con sus 17 años llevando una vida normal. Yendo al instituto de Tegueste, en Tenerife, con una mochila, con su acné juvenil y su cara de chiquillo. Algo desgarbado. Ni feo ni guapo. No llamaría la atención a la salida del colegio. Uno no sabe si destacaría en alguna asignatura o si no aprobaba ni el recreo. Así es como me imagino a Pedro González López, que por tener, tiene uno de los nombres y apellidos que mejor se mimetizan en la sociedad española.

 

Sin embargo, yo conozco otra dimensión de este chico. Yo y miles de aficionados al fútbol. Pedro González pasa a ser Pedri y en vez de instituto, su salón de actos tiene cabida para 100.000 espectadores y lleva por nombre Camp Nou. Y de ser un adolescente más de Tegueste pasa a ser un extra-tegueste y las luces y las cámaras lo siguen y se enamoran de ese juego que tienen los muy talentosos: mirada alta y un deambular lento pero con un compás perfecto, al ritmo de un vals de Johann Strauss.

 

Vi el otro día jugar a Pedri con el Barcelona. Perdió pero ya demostró lo que muchos vimos en el Estadio de Gran Canaria. Toques rápidos y precisos. Un taconazo por aquí, una asistencia por allá. Un juego que me recordó una mezcla de Valerón con Xavi. Lo que acabo de decir es un equivalente en la música como mezclar a Mozart con Beethoven.

 

Con Pedri se cumplen dos máximas del diccionario Uruñuela de fútbol: no le quitan la pelota y juega mejor cuando mejores son los elementos y más exigentes son las condiciones. Y es que quiero analizar esto. En primer lugar, Pedri tiene lo que Valerón, Xavi o Iniesta. Que sin correr; sin gran altura ni fuerza desmesurada, es casi imposible quitarle la pelota. El derroche de técnica hace el resto. Y en cuanto a lo de mejor es ahora en el Barcelona, este tipo de jugadores con mejores terrenos de juego, mejores compañeros que le pasan y mejores compañeros que reciben, es muy difícil que no brillen. Son astros que quieren estar en el firmamento con las grandes estrellas.

 

      

         

Creo que Pedri ha llegado en un buen momento al Barcelona. Para empezar tiene a un entrenador con personalidad como es Koeman. Los grandes técnicos no aceptan que un elemento externo les dicte quién debe jugar y además suelen tener mejor percepción a la hora de ver un diamante en bruto. Koeman viene dispuesto a no dejarse 'torear' ni por Messi ni por la directiva. Así que servirá de paraguas al tinerfeño. Y para terminar, las miradas están puestas en otros dos jugadores: en Messi, como es obvio, en el año del burofax y Ansu Fati, que también tiene 17 años y sus goles encandilan más. Pero Pedri avanza con soltura hacia un futuro que me hace volver a ilusionarme por ver a un jugador canario en el olimpo del fútbol.

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