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Julio Cuenca propone la creación de un parque arqueológico en Risco Caído

El arqueólogo y descubridor del Patrimonio Mundial de la Humanidad cree que podrían visitar este monumento en torno a 300 o 400.000 personas al año

 

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    El arqueólogo y descubridor del recientemente designado Patrimonio Mundial de la Humanidad, Julio Cuenca, cree que el reconocimiento de Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria obliga a proteger y gestionar estos espacios únicos de una forma eficiente. Así, propone la creación de un parque arqueológico para controlar tanto la investigación como las visitas al monumento, que él calcula que podrían estar en torno a las 300, 400.000 personas al año.

     

    En declaraciones a la 90.2 FM Lancelot Radio, Cuenca explicó que "de lo que se trata es de ver cómo es este sitio arqueológico, cuáles son sus debilidades, las patologías que le afectan, cuánta gente puede entrar por estos sitios, por dónde entrar y por dónde salir y qué zonas quedan reservadas para la investigación".  Además, considera que hacen falta crear también los equipos de investigación en la zona.

     

    Para ello anunció que se va a crear una fundación pública que tendrá su sede en la Caldera de Tejeda con unos equipos específicos de técnicos, que se encargará de gestionar todo el programa. "Los monumentos que son declarados Patrimonio de la Humanidad atraen a muchísimos visitantes porque son sitios excepciones y únicos. Cuando yo planteé la propuesta de ese monumento sabía que abría la caja de los truenos, porque estamos hablando de un patrimonio de 18.000 hectáreas, donde no solamente está Risco Caído sino otros complejos arqueológios extraordinarios", explicó.

     

    Julio Cuenca añadió que junto al Cabildo de Gran Canaria estaban preparando todo lo que será el programa de Risco Caído, "aunque vamos un poco retrasados". "Lo primero que tenemos que hacer es proteger y conservar el bien. Esa es la primera misión que tenemos por delante: garantizar la protección y conservación de esos bienes  e la humanidad y eso se hace en base a estrategias y utilizando mecanismos que son por ejemplo la creación de los parques arqueológicos, que es una figura que contempla la Ley de Patrimonio en Canarias y que no es un parque temático; es la figura que permite proteger y gestionar estos espacios". 

     

    El descubridor de Risco Caído también habló de lo que le supuso la declaración de esta zona de Gran Canaria como Patrimonio de la Humanidad. "Es algo como no te imaginas que pudiera suceder y que es una realidad. Hemos pasado de tener una herencia patrimonial de los antiguos canarios que estaba en una situación de abandono hasta no hace muchos años a que organismos internacionales hayan reconocido el valor científico y patrimonial de ese legado de los canarios ancestrales y lo hayan elevado a la categoría de Patrimonio de la Humanidad".

     

    Cuenca, que descubrió el monumento del Risco Caído en 1996, señaló en el programa El Atril de Usoa Ibarra que el hallazgo del Almogarén, que era un lugar de culto en el Risco Caído se produjo en el marco de un proceso de investigación que el arqueólogo llevaba en esa zona. "Pero además estaba también realizando una carta arqueológico de la zona y estaba yo prospectando por ese sitio. Ya yo había visto ese poblado con prismáticos desde otros puntos del territorio pero no me había acercado a él porque era de difícil acceso", precisó.

     

    Fue en el momento en el que el arqueólogo se acercó "cuando me llevé una sorpresa enorme porque era un poblado abandonado, de cuevas artificiales creadas por ellos, que había sido reutilizado dado que había habido población allí hasta los años 50 del siglo XX pero que estaba en este momento abandonado". "Y cuando yo entré en esas cámaras artificiales, en esas construcciones, me quedé impresionado y me di cuenta de que estaba ante un hallazgo extraordinario", subrayó.

     

    Julio Cuenca forma parte de la delegación isleña que se desplazó a Bakú para conocer de cerca si la candidatura superaba el examen final en la cuadragésima tercera reunión del Comité de Patrimonio Mundial.

     

    Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, Patrimonio Mundialas de Gran Canaria han sido declarados Patrimonio Mundial, un acontecimiento que no solo supone obtener el mayor reconocimiento del planeta, sino pasar a formar parte del catálogo de las culturas del mundo, las que cuentan la historia de la humanidad.

     

    La inclusión de Risco Caído en la lista de la Unesco en Bakú llenó de emoción a los representantes del Cabildo grancanario, institución impulsora del proyecto, tanto a su presidente, Antonio Morales, como al descubridor de Risco Caído, Julio Cuenca, y los responsables del expediente, Cipriano Marín y José de León, que no cabían en sí de júbilo, así como a toda Canarias en general.

     

    Se trata de un ámbito reconocido como ‘paisaje cultural’, esto es, muy distinto a los reconocimientos solo naturales o monumentales, porque esta categoría es ambos. Es, según la definición de la propia Unesco, una obra conjunta de la humanidad y la naturaleza que, en este caso, abarca 18.000 hectáreas abrigadas por la imponente Caldera de Tejeda salpicadas por 1.500 cuevas entre espectaculares poblados verticales, graneros fortificados situados en lugares imposibles, estanques cuevas, templos, necrópolis, inscripciones líbico-bereberes y un millar de triángulos púbicos rupestres, la mayor concentración del mundo, y las rutas de la ancestral trashumancia, todo ello atributos que le han valido su reconocimiento mundial.

     

    Sus cualidades lo hacen distintos a otros reconocimientos regionales o estatales, de hecho es único en el planeta en varios de sus aspectos, ya que para empezar se trata del primer paisaje cultural Patrimonio Mundial que incluye la dimensión del celaje, pues la sociedad aborigen canaria, que hunde sus raíces en la población amazig o bereber, atrapada entre el mar y el cielo logró desarrollar una cultura singular en la que fue esencial su relación con el firmamento.

     

    También se trata del primer bien de esta prestigiosa lista que representa a la cultura primigenia bereber norteafricana, la anterior a la llegada del islamismo, la única además desarrollada en un territorio insular, que asimismo representa la odisea que vivieron las antiguas culturas insulares desaparecidas del mundo.

     

    El valor universal excepcional reconocido por la Unesco a las Montañas Sagradas de Gran Canaria se debe a la perfecta combinación de todos sus atributos, como la mayor manifestación troglodita insular del planeta y sus inauditas urbanizaciones verticales, también únicas en las islas del globo.

     

     

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