Los migrantes en la ruta canaria superan ya los 10.000 en 2022
El flujo de personas por el Archipiélago es cada vez mayor y podría repetirse la crisis humanitaria de 2020
Lejos de disminuir, tal y como anunciara el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, el flujo de migrantes en la ruta canaria no hace más que aumentar. El Gobierno central realizó a mediados de año un giro sobre su tradicional postura respecto al Sáhara Occidental. La intención, según se dio a conocer más tarde, era acercar posturas con Marruecos y facilitar asuntos enquistados desde hacía tiempo, como el aumento de la migración procedente del país alauí o, tras la guerra en Ucrania, el posible suministro de combustible a un precio competitivo.
Sin embargo, un informe del Frontex, autoridad europea encargada de la vigilancia y control de fronteras, aprecia una evolución dispar dentro del territorio español: las llegadas irregulares por el Mediterráneo -incluyendo Ceuta y Melilla- disminuyeron un 25% en los siete primeros meses del año, mientras que en Canarias experimentaron una subida del 25%, tal y como publica Diario de Avisos.
En el marco de la colaboración Madrid-Rabat se ha producido un incremento del número de embarcaciones precarias partidas desde el continente vecino que son detenidas por las autoridades del Reino de Mohamed VI. Concretamente, de acuerdo con información de las autoridades adelantada por el diario El País, Marruecos frenaba en 2021 a un 19% de las personas que trataban de alcanzar las costas isleñas, mientras que ahora ese porcentaje se sitúa en el 25%. Una ligera mejora de los controles fronterizos, si bien desde España se han llevado a cabo importantes acciones destinadas a que esta cifra sea aún mayor, incluyendo una inversión de 500 millones de euros de la Unión Europea.
Según el Frontex, en el área del Mediterráneo Occidental se tiene constancia del trayecto irregular de 6.434 personas, es decir, un 25% menos; en el Mediterráneo Central, 42.249 (+44%); en el Mediterráneo Oriental, 22.601 (+133%); en los Balcanes, 70.770 (+205%); en la frontera este, 2.923 (-32%), y en Canarias, 9.461 (+25%).
Son precisamente estos datos los que recuerdan a la última crisis de los cayucos ocurrida en el Archipiélago en 2020, coincidiendo con la pandemia de la COVID-19.
La enfermedad tensionó aún más la vida en los países en desarrollo, y ello provocó que miles de personas quisieran buscar un mejor porvenir en el entorno europeo, valiéndose de Canarias como puente. Entonces, se registró la llegada de 23.000 migrantes y 600 fallecidos. Ahora los factores son otros, pero también desfavorables: el conflicto en el Este de Europa ha devuelto la inestabilidad a África por la ausencia de determinados alimentos, sobre todo grano.
