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La canaria Carla Suárez vuelve a sufrir de su lesión de espalda en el US Open

La tenista se ha visto obligada a abandonar la competición en la segunda ronda

 

  • Lancelot Digital

  • Desde que compartiese la responsabilidad de ese hito histórico que fue situar a cuatro españoles en la segunda semana de Wimbledon (Bautista, Carla, Nadal y Verdasco), la canaria Carla Suárez viene arrastrando las consecuencias de la lesión en la zona lumbar que la obligó a retirarse en Toronto, unas dolencias que se complicaron durante las últimas semanas y que ya la habían llevado a renunciar a su participación en el Abierto del Bronx. En el US Open volvieron a pasarle factura: tuvo que renunciar al encuentro tras caer por 6-2 en el primer set contra Tímea Babos.

     

    Frente a la húngara, 113ª en el ranking mundial, no logró superar el 50% de acierto al primer saque y cometió tres dobles faltas. Su incomodidad con su juego se puso de manifiesto en las tres ocasiones en las que no pudo evitar que Babos le rompiera el saque. Fueron suficientes tres bolas de break para cerrar el primer set y, pocos instantes después y sin que se hubiese jugado ningún punto adicional, el partido. Resulta sorprendente que, con los informes médicos de los antecedentes de lesiones en la misma zona, la organización del US Open tomase la decisión de multar con cerca de 36.000€ (40.000$) a la española, bajo el argumento de que los supervisores de este Grand Slam consideraron un “desempeño insuficiente no acorde a los estándares profesionales”.

     

     

    En un US Open cuyo cuadro femenino ha vivido una serie de eliminaciones sorprendentes, que solo han dejado a dos top 10 con vida, la estadounidense Serena Williams y la ucraniana Elina Svitolina, resulta sorprendente que la sospechosa de faltar a su compromiso como profesional sea una tenista con un historial de lesiones como el de Suárez. Además, el abandono fue coherente con el transcurrir del choque, en el que la tenista solicitó en varias ocasiones la presencia de los servicios médicos. En redes sociales lamentó la situación y aseguró que le resultaba muy doloroso retirarse de esta manera en torneos que tiene en alta estima y que cuentan con un valor especial para ella. La Real Federación Española de Tenis no dudó a la hora de transmitir su confianza en la jugadora, de la que dicen “ha tenido una honorabilidad y profesionalidad incuestionables a lo largo de toda su carrera profesional”.

     

    Y es que doloroso fue tener que retirarse frente a Kontaveit en Toronto, tras haber roto su racha de cinco derrotas frente a Venus Williams en el partido anterior, en el que le bastaron 80 minutos para imponerse a la estadounidense por un contundente 6-4 y 6-2, y haber desplegado un gran tenis durante todo el torneo como para tener ahora que defender su integridad frente a la organización. Recordando ese encuentro, contrasta aquella situación de Venus con la actual de su hermana, que tiene en este US Open la posibilidad de igualar a Margaret Court con 24 Grand Slam: la caída de Naomi Osaka, para muchos favorita y campeona en la edición del año pasado, y de Asleigh Barty, para otros tantos la clara aspirante a levantar el trofeo en esta edición, abren la puerta a la esperanza para Serena.

     

    Con el abandono en el US Open de Carla Suárez vuelven a sonar los rumores que situaban su retirada más pronto que tarde, con 2021 como posible fecha límite para “atender la llamada de la maternidad”. Así, esta tenista de 31 años ve más cerca el final de un sueño que comenzó de pequeña como una actividad extraescolar en Gran Canaria y que la ha llevado a lo más alto del tenis mundial. Si se confirma que no continuará compitiendo como profesional, Suárez tendrá por fin tiempo para disfrutar de todas esas aficiones para las que raras veces encontraba tiempo: ir a la playa, leer novela negra, conducir o escuchar música. Su tierra siempre está presente en estos planes, y ha declarado en numerosas ocasiones que quiere comprarse una casa cerca de una playa canaria para que lo primero que haga cada mañana sea disfrutar de sus aguas con un baño. 

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