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Las Palmas acompaña el alirón de Osasuna

 

Hacer de acompañante no siempre es algo lindo, menos aún si se trata de algún partido en el que tu propio rival ya ha conseguido el objetivo de la temporada

 

  • Lancelot Digital
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    El UD Las Palmas, que después de haber bajado a Segunda División la temporada pasada se encuentra muy lejos de la zona de ascenso, será el sábado que viene el contrincante de un Osasuna que ya ha conseguido la promoción a la próxima edición de la Liga.

     

    El partido que se jugará a las 18 del 25 de mayo en el estadio del Reino de Navarra verá a los canarios con el deber de ganar para dar una alegría a los hinchas que los seguirán, pero sin ninguna necesidad de hacerlo. Anclado en la mitad de la tabla con 52 puntos, es decir 11 menos que el último lugar válido para acceder a los playoffs, el conjunto canario está viviendo una temporada de transición en la que este final no parece servir de nada menos para el espectáculo y la diversión.

     

    La llegada a la casa del Osasuna, casi coronado campeón de la Liga 123 y único equipo con la certeza de jugar el próximo año en Primera, da un vuelco particular a un partido que en otro caso hubiera sido más aburrido. El aliciente de poder ganarle al campeón siempre ayuda a provocar estímulos en un equipo con poca ambición, así que el partido del próximo sábado será un buen test para medir las potencialidades de Las Palmas. De hecho, el conjunto navarro tiene muchas posibilidades de victoria según las apuestas de la Liga 123, aunque también la del empate es una probabilidad con bastantes opciones. Sin duda los de casa irán con menos hambre que de costumbre y, aunque querrán dar una alegría al público de casa, no jugarán con todo, lo que abre a alguna que otra sorpresa en el marcador.

     

    El conjunto isleño, por su parte, puede presumir de un mejor historial contra el Osasuna en los últimos veintidós años. Desde el año 1996, de hecho, Las Palmas ha ganado 7 partidos, mientras que el Osasuna se ha impuesto en 6 ocasiones. Si de un lado es una buena oportunidad para que los rojillos empaten el balance total de enfrentamientos directos, por otro lado, los de Pepe Mel querrán darse un gusto y ganarle al que podría ser el futuro campeón del torneo.

     

    Los canarios, además, ya les han ganado a los navarros este año en casa, y con un contundente 4 a 1 que hace muchos meses reflejaba un estado de ánimo y de forma totalmente distinto. Ahora las cosas están al revés, y la victoria, que no es necesaria para nadie, sería principalmente un indicador de prestigio momentáneo.

     

    Robar el botín en casa del mejor de la clase sería una gran satisfacción para los hombres de Mel, que antes de pensar en cómo mejorar la próxima temporada quiere darse un lujo en un estadio ya de Primera.

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