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Poder morirse tranquilo

 

  • Lancelot Digital
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    Lo prometido es deuda y Coalición Canaria y el Partido Popular han cumplido.

     

    Veinte o treinta años es lo que han tardado los padres de muchos lanzaroteños en pagar sus viviendas, sometiéndose a estrecheces e hipotecándose por completo durante todo ese tiempo. Su ilusión es legarlas, a su muerte, a sus hijos, dejárselas en herencia a los que más quieren, pero muchos han tenido que renunciar a ellas por no poder asumir los impuestos que conlleva aceptar esa herencia. Es decir, no han podido, si quiera, morirse tranquilos.

     

    Ahora, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, que se había comprometido durante la campaña electoral a que, si gobernaba Coalición Canaria, volvería a eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones, lo ha hecho, bonificándolo en un 99’9 por ciento. Esta medida beneficia, sobre todo a las familias y son ellas las que más se han alegrado al conocer la noticia, tal y como no han dudado en manifestarlo a las cámaras de Lancelot Televisión. Lo cierto, es que la mayoría de los lanzaroteños no comprenden por qué tienen que volver a pagar al heredar un inmueble por el que ya han tributado sus padres, sus abuelos o sus tíos, que se lo han dejado en herencia. De hecho, siempre se ha considerado un impuesto especialmente injusto por parte de la población.

     

    La satisfacción de la población de a pie choca de plano con el enfado mostrado por los grupos de la oposición, tanto PSOE como Nueva Canarias, que no han tardado en salir al paso para asegurar que esta medida solo beneficia a los ricos. Pero lo cierto es que en el pasado año 2.000 canarios debieron renunciar a sus herencias patrimoniales, a las viviendas y propiedades pagadas por sus padres, porque no tenían dinero para hacer frente a los impuestos. ¿Es eso justo?

     

    Coalición Canaria lo tiene clarísimo. Creen que, en la legislatura pasada, la del Pacto de las Flores, ha existido una excesiva sobreimposición de otros impuestos sobre las propiedades e inmuebles. Recuerdan que la renta ya se grava por el IRPF y por el impuesto del Patrimonio cuando se ahorra. Y justo por eso, no solo han anunciado esta medida, sino también que es el momento de reducir el IGIC.

     

    Las viviendas cumplen con sus impuestos rigurosamente en vida de sus propietarios cuando estos dejan saldada su deuda. Son por tanto libres de dejarlas en herencia sin cargo alguno. A nuestro parecer es de justicia, y aplaudimos la medida.

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