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Alimentos sanos y rutina de ejercicios para un corazón resistente

Una rica y variada alimentación nos ayuda a prevenir y cuidar las enfermedades cardiovasculares 

 

  • Lancelot Digital
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    Las naranjas y las fresas, el chocolate y el vino, los frutos secos, el aceite de oliva o las legumbres, son alimentos que contribuyen a mantener sano nuestros corazones. Su alto contenido en Omega3 y antioxidantes, entre otras propiedades, hacen que estos alimentos sean imprescindibles en tu mesa. Y es que una alimentación equilibrada resulta fundamental para prevenir todo tipo de enfermedades cardiovasculares. Si la buena comida se acompaña por un poco de ejercicio la efectividad de esta combinación está garantizada si se quiere contar con un corazón a toda prueba.


    Nueces, cerebro y corazón

     

    Las nueces son uno de los mejores alimentos para nuestro corazón. Una dieta rica en nueces y cacahuetes está asociada a una menor mortalidad y, en concreto, a un menor riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Nashville (EE..UU.) y publicado en la revista JAMA Internal Medicine. Sus efectos positivos son gracias a sus altos niveles de ácidos grasos Omega-3, que protegen el corazón.


    Las propiedades del brócoli

     

    Aparte de ser un alimento estupendo para combatir el cáncer también lo es para nuestro corazón. Y es que tanto las frutas como las verduras nos proporcionan vitaminas, minerales, fibras, antioxidantes, polifenoles, fitoesteroles, agua, enzimas… todo ello nos previene de enfermedades cardiovasculares entre otras cosas. Gracias al ácido fólico, al zinc, al hierro, al calcio, a la vitamina K y a los antioxidantes que contiene, el brócoli es un alimento que ayuda a reducir el riesgo de accidentes vasculares.


    El ajo es bueno para el corazón

     

    Es quizá uno de los alimentos más conocidos que relacionamos con la salud del corazón. Según una investigación de la Escuela de Medicina de la Universidad Emory (EE.UU.) el trisulfuro de dialilo, un compuesto del aceite de ajo, ayuda a proteger el corazón durante la cirugía cardíaca y también tras un ataque al corazón. El ajo (y también la cebolla) reducen la tensión y la placa arterial, protegiendo nuestro corazón y equilibrando el colesterol. Aunque no sea de lo más apetecible, lo más recomendable es comerlo crudo.

     

    El chocolate negro, placer curativo

     

    Los beneficios del sabroso chocolate negro, en dosis moderadas, tampoco dejan de aparecer. Uno de ellos, según un estudio publicado en la revista The FASEB Journal. es que ayuda a restaurar la flexibilidad de las arterias y también evita que los leucocitos se peguen a las paredes de los vasos sanguíneos. Ambas circunstancias son determinantes en la ateroesclerosis (la forma más común de arteriosclerosis). Los flavonoides del cacao contienen metabolitos que promueven una circulación sanguínea saludable y polifenoles que reducen la inflamación y el riesgo de arterosclerosis. Lo mejor, chocolate con al menos 70% de cacao.


    El curry es bueno para el corazón

     

    Aparte de beber 2 litros de agua al día y reducir la ingesta de azúcares, el curry puede ser otro buen aliado de la salud de nuestro corazón. Este condimento, ayuda a reducir la inflamación del corazón y las probabilidades de sufrir insuficiencia cardíaca e hipertensión. La presencia de elementos antioxidantes (curcumina) son los responsables de que esta especia típica de la cocina hindú sea tan beneficiosa para nuestra salud cardiovascular.


    El té verde, sana infusión

     

    El té verde estimula nuestro cerebro y nos ayuda a combatir el sobrepeso. Por si esto fuera poco, esta bebida llena de antioxidantes combate el cáncer (tanto el de piel, mama, pulmón, colon, esófago y vejiga) y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas. Lo ideal, según la Fundación Española del Corazón, es tomar una o dos tazas de té al día, ya que contribuye a disminuir los niveles altos de grasa en la sangre.

     

    Frutas naturales

     

    Para mantener un corazón sano, zumo de naranja natural. Gracias a su zumo aporta al organismo flavanonas que reducen factores de riesgo cardiovascular. Tanto la naranja como el zumo de naranja natural recién exprimido aportan antioxidantes y fibra que favorecen la salud cardiovascular.

     


    Las legumbres disminuyen riesgos

     

    Estudios recientes han demostrado que aquellas personas que consumen legumbres diariamente tienen un 22% de menos riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas que aquellos que las consumen muy de vez en cuando. Lo cierto es que sus proteínas de gran calidad y su poca grasa favorecen unos niveles de colesterol en sangre muy saludables.


    El salmón, pocas calorías y pocas grasas

     

    El pescado es un alimento proteico con un alto valor biológico, ya que tiene pocas calorías y poca grasa. Según un estudio publicado en la revista Journal of the American College of Cardiology comer habitualmente pescado es la clave para mantener un corazón sano, ya que ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos e incrementa la fluidez de la sangre. Lo recomendable, entre 2 y 3 veces por semana.


    Un brindis por la vida

     

    En cantidades moderadas el vino tinto es un auténtico estandarte de la buena salud. Tomar una copa de vino en las comidas es cardiosaludable, ya que sus antioxidantes le dan un efecto antiinflamatorio y vaso dilatador que previene el daño vascular, según explica la Fundación Española del Corazón.

     

    (Fuente: Revista Muy Interesante). 

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