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Teguise desarrolló una interesante iniciativa enólogica en La Geria

Alberto González, enólogo de Bodegas Rubicón, explicó a los presentes el proceso completo de la elaboración de nuestros vinos

 

  • Fernando Núñez
  • Fernando Núñez
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    El pasado fin de semana, el área de Agricultura del Ayuntamiento de Teguise llevó a cabo una interesante actividad enológica. A través de una visita guiada en Bodegas Rubicón, cerca de una veintena de asistentes, tuvieron la oportunidad de conocer en vivo y en directo el trabajo que se realiza en una bodega, desde la recogida y vendimia de la uva, entrada a la bodega y todo el proceso completo de la transformación de la misma en vino.

     

     

     

    Alberto González, enólogo de la Bodega Rubicón, explicó detalladamente una a una todas las fases que realiza una bodega, deteniéndose clara y explícitamente en cada una de ellas, contestando a todas las dudas y preguntas que le realizaron los componentes del grupo.

     

     

     

    En primer lugar, en la zona de la exposición de prensas y maquinaria antigua que conserva la bodega, explicó la forma en la que antaño los habitantes de la isla elaboraban los vinos, en unas condiciones muy duras, que requerían un trabajo manual en la mayor parte de los pasos de producción para la obtención del vino, con la utilización de una maquinaria muy rudimentaria.

     

     

     

    Ya en la parte nueva de elaboración de la bodega, hizo un comentario sobre la calidad de la uva que se está recolectando este año, destacando la excelente calidad de la misma, que podrá dar a esta añada una calificación de excelentes.

     

     

    González, destaco que “la uva que nos está llegando del norte, viene fresca, en grandes racimos, con menos grado que la que nos viene de la zona de La Geria, donde incluso está llegando hasta los catorce grados, pero en ambos casos hay que destacar que se muestra muy sana. Se vendimia a primera hora para que llegue lo más fresca posible a Bodega, ya que el calor la oxida”.

     

     

     

    A través del Refractómetro, analizan el grado de alcohol con el que llegan las diferentes partidas de uva que entregan los agricultores. Luego pasa por una mesa de selección manual de los racimos y el despalillado.

     

     

     

    La uva ya lista para el prensado se introduce durante 24 o 48 horas en una cámara de frio para mejorar este proceso. Una vez obtenido el vino, se pasa al macerador, un par de horas el mosto de la uva blanca, y hasta seis días en el caso de la tinta. Finalmente el desfangado, momento en el que por gravedad se separan las impurezas del mosto base.

     

     

     

    De ahí el mosto limpio pasa a los depósitos de acero inoxidable, donde se lleva a cabo la fermentación, el momento en el que se convierte en vino por el trabajo que realizan las levaduras, controlando los técnicos diariamente, deposito por deposito, su temperatura y densidad. Este proceso puede durar hasta quince días, mientras las levaduras estén trabajando.

     

     

     

    Cuando se para la fermentación, se hace un trasiego para eliminar las lías gruesas(levaduras muertas), se pasa por la destiladera y se deja sobre sus lías finas en el deposito hasta el embotellado.

     

    Este básicamente es el proceso que realizan las bodegas en los vinos blancos de Lanzarote. Los tintos en general se elaboran de una manera muy parecida, añadiendo algún pequeño cambio.

     

     

     

    Una mañana de sábado, muy didáctica y entretenida para este pequeño grupo, que disfrutó de la posibilidad de adentrarse un poco más en este apasionante mundo del vino, obtener un mayor conocimiento y valorar el trabajo que realizan todos los que intervienen en él, para dejarnos disfrutar cada año de un vino mejor y de mayor calidad.

     

     

     

     

     

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