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Caso Verónica: "Carmen Delia simula su enfermedad mental en beneficio propio"

 

El estudio forense determina que la madrastra de Verónica era consciente en todo momento de su actos en torno a los malos tratos hacia su hijastra

  • Lancelot Digital
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    El juicio del Caso Verónica ha concluido esta mañana de viernes con la última sesión del mismo, que comenzaba el pasado miércoles. En esta jornada han declarado las dos médicos forenses de los Juzgados de Arrecife, quienes le realizaron un estudio a Carmen Delia en marzo de 2017 y tras varias entrevistas determinaron que los síntomas que muestra la acusada, tales como pérdida de memoria de hechos recientes o de la memoria remota, así como la corrección de ella misma en sus errores, no corresponden a ninguna patología y es "una simulación para obtener su propio beneficio". 

     

    En cuanto a esto, los abogados de Carmen Delia defendían que no estaba en condiciones ni siquiera de responder a su derecho a no declarar dada su situación mental, y unos informes presentados, que reconocieron las médicos forenses, según el propio informe, como "en estudio", sin una patología clara y que es imposible que "no haya podido responder en el juicio"; informe que fue rechazado por la jueza el día de la primera vista cuando se solicitaba la suspensión del juicio. 

     

    El Ministerio Fiscal pide para la principal acusada 3 años de prisión por delitos de malos tratos, tal y como se solicitaba en el escrito de acusación, ya que la madrastra de la fallecida era consciente del maltrato tanto físico, como psíquico, además de los reiterados abusos sexuales a los que sometía su marido a su propia hija biológica. Igualmente condena con también 3 años a su hijo Zeus como conocedor y garante de esos malos tratos físicos y sexuales. Además de 5 meses para Carmen Delia y otros 5 para la hija de esta, Keyla por delito de profanación de cadáveres, aunque ha quedado visto para sentencia. 

     

    Por otro lado, en relación con los restos óseos encontrados en una mochila en la famosa grieta, el director técnico del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, determinó que los restos "corresponden a una hija de José Luis" pero, debido a la falta de pruebas por la parte de la fallecida, aún no se ha podido emitir el certificado de defunción de Verónica, ya que no hay muestras de la joven. Un hecho que ha paralizado otros trámites, como la herencia por la que el hermano de Verónica empezó a buscar a la joven 10 años más tarde de la última vez que supo de la joven. 

     

    Lo que si pudieron determinar las investigaciones es que existen restos de ADN de Carmen Delia, en la mochila de los huesos de Verónica, tal y como confirmó la propia acusada, su marido le encomendó la misión de esconderla, aunque no huellas. 

     

    La Policía Nacional, encargada del registro de mensajes de los teléfonos móviles de la familia, rastreó unas comunicaciones vía mensaje de texto entre Carmen Delia y su hija Keyla quien le pedía ayuda porque venían los técnicos de Inalsa a hacer un trabajo, y previsiblemente tendían que cavar en el jardín, donde se supone que estaban en un principio los huesos, y en el que le recriminaba a su hija que le ayudara a esconder los restos de Verónica porque no sabía dónde ponerlos. Uno de los trabajadores de la empresa encargada de realizar las obras, en la jornada del miércoles en la ronda de testigos, había asegurado que le llamó bastante la atención que durante las horas de trabajo en la casa nunca les dejaron solos y siempre permaneció Keyla con ellos, incluso Carmen Delia les había ayudado a hacer la zanja en el jardín. 

     

     

    "Aún no sabemos cómo murió Verónica, pero si sabemos como vivió"

     

    Todavía no se tienen pruebas exactas de cómo murió Verónica, pero lo que si se sabe es cómo vivió, tal y como defendía la abogada de la acusación. La joven recibió durante más de 9 años malos tratos por parte de su familia con la que residía en una casa en Tinajo, con signos de desnutrición y sin ningún registro de visita médica en sus 28 años de vida. Además de ser una "esclava del campo" tal y como afirmaban los vecinos y residentes de la zona. Se presume que la joven dormía en un garaje anexo a la residencia familiar donde la obligaban a esconderse y "a veces le ponían una manta". Dormía en un colchón en el suelo con dos perros rodeada de orín y excrementos, sin ventilación. 

     

    Aunque la familia le atribuye la autoría de la muerte de Verónica a su padre, José Luis, el hermano carnal de Verónica y quien abrió esta investigación, se asombra de que le echen toda la culpa a su padre, tanto de los abusos sexuales como del asesinato de la joven "si estaba moribundo con un cáncer terminal". Asimismo, considera que Carmen Delia, tal y como dicen los informes forenses, está fingiendo su enfermedad, ya que fuera del juzgado camina perfectamente "y hace dos semanas la vi conduciendo". En este sentido, el hermano de Verónica confía en la acusación a sus parientes. 

     

    "Nunca vi a mi madre maltratar a Verónica"

     

    Por su parte, el hermanastro de Verónica e hijo de Carmen Delia, Zeus, en el último alegato en el juicio aseguró que "nunca" vio a su madre maltratar a Verónica. El hijo de Carmen Delia renegaba de las declaraciones que había hecho en sede policial tras su detención "los policías me obligaron a a decir eso", refiriéndose a su versión de los hechos donde inculpaba a su madre y su padrastro. 

     

    "Por culpa de todo esto he perdido a mi pareja y mi trabajo fijo", alegaba Zeus, quien además aseguró que en los tres días que estuvo en el calabozo los policías le "amenazaron de muerte" y le obligaban a decir cosas que no quería. 

     

     

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