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De la cárcel al campo de fútbol

Conozca la historia de Níchel Hernández, un joven de 29 años que lleva cuatro en el centro penitenciario de Tahíche y que ahora juega al fútbol con el San Bartolomé

 

  • Lancelot Digital
  • Lancelot Televisión


  • Lancelot Televisión ha querido visualizar la historia de Níchel Hernández, un joven de 29 años que lleva cuatro años en el centro penitenciario de Tahíche y que ahora, después de varios años, sale con un permiso semanal para jugar al fútbol con el San Bartolomé. Este joven ya jugaba desde los nueve años en equipos como el Unión Sur Yaiza o el Marítima. Níchel ha jugado ya cuatro partidos con el San Bartolomé.

     

    "En la medida de lo posible me encuentro bien y feliz. Es una oportunidad que se me da porque aunque no entreno con los chicos el grupo me ha acogido muy bien y de cara a la sociedad me está viniendo muy bien integrarme con los compañeros y aprovechar las segundas oportunidades, que siempre son buenas. Para mi es muy satisfactorio que me reciban de la manera que lo hacen. Todos me acogen, no me ponen malas caras, aceptan mi situación y para mi eso también es agradable", señala Níchel Hernández, jugador del C.F. San Bartolomé.

     

     

    Níchel explica que se siente rehabilitado y que quiere aprovechar esta oportunidad, pero asegura que su vida ha cambiado completamente.

     

    "A nivel personal ha cambiado mucho porque estar ahí dentro es un poco complicado. Un ejercicio de madurez y de comprometerte contigo mismo porque es una situación difícil para todos los internos que estamos allí. Me encuentro en una etapa que es buena para mi. Estoy conectado conmigo mismo y eso me hace ser yo fuera de drogas, alcohol y las conductas que me han llevado a ese tipo de delitos cuando era joven. Todo va a depender de lo que uno quiera. Si uno quiere seguir la vida de antes la va a seguir teniendo y si quiere enfocarlo de otra manera, aprovechar oportunidades y encontrarte bien contigo mismo aunque estés privado de libertad pero siendo feliz e intentando cada día ser mejor persona, también lo puede conseguir", añade.

     

    Níchel explica lo que hace el día que sale de la cárcel para jugar con el C.F. San Bartolomé. "Nada más salir me viene a buscar mi familia. Esta vez fui al fisioterapeuta, estuve allí unas horas. Y ahora voy a estar aquí con los compañeros en el vestuario porque hoy no puedo jugar. Pero muy bien, mantengo con ellos otro tipo de relación que había perdido. Después me voy a casa, estoy un rato con mi madre, con la familia, me levanto y vuelvo a entrar otra vez a las cinco".

     

    Para su entrenador, Juan Méndez, Níchel es como un hijo, ya que lo ha entrenado desde muy pequeño.

     

    "Desgraciadamente nada más que viene los días de partido, pero siempre he tenido con él una relación cordial. Aparte, ya te digo, empecé a entrenarlo cuando él tenía nueve años y ha pasado de eso 20 años. Yo soy como un padre para él y, bueno, con esto se intentó que fuera una alegría y una mejora para él", sostiene.

     

    A partir de ahora Níchel le pide a la vida: "Una cosa que me dijo mi madre, que sea yo mismo en todo momento, y estar conectado conmigo mismo fuera de drogas y alcochol. Siendo yo mismo la vida me va a poner en el camino sin dejarme influenciar por nadie".

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