Desafío conseguido
#Retosolidarios finaliza su primer desafío y logra alargar la vida de Acompañar Lanzarote
El pasado 28 de mayo #Retosolidarios completó en BTT la ruta Transpirenaica GR11 en 8 etapas que había arrancado una semana antes en la que han recorrido más de mil kilómetros en un trayecto con unos 24.000 metros de desnivel. Todo ello con un único objetivo en mente, recaudar fondos para ayudar a la gran labor que se lleva a cabo desde la Asociación Acompañar Lanzarote, equipo presidido por Sergio García que trabaja para asesorar y ayudar tanto a pacientes diagnosticados con una grave enfermedad, como a todo aquel afectado por algún proceso de duelo.
Este hito solidario nació de cuatro amigos que apostaron por esta gesta para intentar ayudar a diferentes organizaciones, asociaciones y ONG's para dar la posibilidad de incentivar su labor con el apoyo económico de la difusión social de este reto. Así, Ayose Tejera, Rubén Toribio, Toño Cedrés y Ariday Bonilla se embarcaron desinteresadamente en esta iniciativa para ayudar a diversas agrupaciones que tienen como finalidad amparar a los demás.
El primer reto ya se ha completado, aunque aún siguen recibiendo todo tipo de donaciones para seguir ayudando a Acompañar Lanzarote, asociación que además del apoyo económico también ha ganado en visibilidad gracias al esfuerzo de estos cuatro amigos que cerraron la Transpirenaica GR11 no sin sacrificio en unas 8 etapas en la que hubo de todo, temperaturas que superaban los 38ºC, para descender después a los 4ºC con lluvia, granizo y viento, superando incluso episodios de hipotermia y, al mismo tiempo, con momentos para el recuerdo disfrutando de un entorno privilegiado.
Así lo comentan los valientes ciclistas. Es el caso de Toño Cedrés, quien hace hincapié no solo en las altas temperaturas, sino también en la dificultad de los tramos, "empezaron las primeras etapas con mucho calor, bastante duras, con zonas que no nos esperábamos que fueran así con mucho desnivel, teniendo que ir caminando porque eran caminos que no eran transitables para la bici".
También nos habla de esa dureza Rubén Toribio: "Las primeras dos etapas eran bastante largas, a lo que se le sumó que nos cogió una ola de calor por lo que se hicieron bastante duras". Fue entonces cuando jugó un papel primordial los mensajes que les llegaban desde redes sociales de todos aquellos que se iban sumando a la iniciativa, lo que sirvió para dar fuerza a los chicos para continuar, algo trascendental ya que como el mismo Toribio afirma, "de seguir esas condiciones climatológicas durante todo el viaje, hubiera sido un infierno. La motivación de la gente ayudó mucho".
Del inaguantable calor se pasó a la cuarta etapa donde, en palabras de Rubén Toribio, sucedió "todo lo contrario. Muchísimo frío, lluvia... Tuvimos que caminar muchas horas por sitios impracticables. Ayose y yo sufrimos hipotermia. Vimos peligrar incluso la cuarta etapa porque no nos respondían los brazos en las bajadas. Una sensación térmica muy dura, a cuatro grados y mojados por la lluvia, estábamos hipercongelados", a lo que contesta el propio Ayose Tejera, "ese día pensé que el reto se iba al traste", lo que no impidió que para Tejera, "en lo personal, puedo decir que estoy súper contento con la experiencia. Por haber cumplido el reto sin ningún tipo de problema mecánico ni físico y, sobre todo, por poder haber colaborar con la asociación #Retosolidarios".
Y es que no sería hasta la segunda mitad de la ruta cuando definitivamente el tiempo les daría tregua. "Luego a medida que se fueron dándose los días las condiciones climatológicas fueron mejorando. Ya no teníamos tanto calor, no había lluvia, no había ese frío que pasamos en la cuarta etapa. La verdad es que los últimos días pudimos disfrutar un poco más de la aventura y poder rodar mejor por los recorridos planeados", afirma Toño Cedrés, “aunque hubo que hacer pequeñas modificaciones en momentos puntuales que no pudimos controlar desde aquí cuando lo planteamos”. Cedrés hace un balance más que positivo, "fue una experiencia bonita. Reconozco que, por mi parte, algo dura, pero al final por una buena causa se sacó adelante y de la que también se pudo disfrutar de los paisajes y del recorrido".
Rubén Toribio nos explica, siguiendo la misma línea que Cedrés, cómo fue en las etapas finales donde se pudo disfrutar realmente del trayecto. "Pudimos parar en muchísimos pueblos a tomar café, sacar fotos, disfrutar del apoyo de toda la gente que nos estaba siguiendo desde casa, disfrutando de paisajes inolvidables... Por lo menos a mí no me ha dado tiempo a asimilar todos los pueblos que hemos visto, todos los sitios por los que hemos pasado. Estuvimos en España, Francia y Andorra, pudiendo estar en un solo día en tres países diferentes. Se me mezclan la gran cantidad de pueblos, donde tuvimos un trato excelente en cada sitio donde nos hospedábamos. No había nada para comer y el dueño del hostal se iba al pueblo más cercano para buscarnos comida".
Así lo entiende también Ariday Bonilla quien fue uno de los artífices de #Retosolidarios pero como ya contó, por incompatibilidad de agenda, no pudo estar en la ruta con sus compañeros. "El reto yo lo viví de manera diferente. En un primer momento lo afrontamos con ilusión porque para nosotros era bonito el motivo por el que salió todo. Para mí personalmente, lo bonito era saber que íbamos a hacer algo y que con ese algo íbamos a apoyar a gente que lo necesitaba y, sobre todo, para rendir homenaje a Benamer que fue realmente lo que nos movió a hacer todo esto".
Por tanto, a las buenas noticias de este primer logro de #Retosolidarios hay que sumarle que ya se está trabajando en la siguiente prueba. "Ahora veremos qué irá pasando, sobre todo aprovechar que ya han culminado para que se sume alguien más y para ayudar todo lo posible a Sergio García, presidente de Acompañar Lanzarote. Siempre se me complica todo con el tema de las carreras, pero siempre estaré para lo que necesiten, para lo que haga falta y para ayudar. Para lo que pueda estar yo ahí andaré", afirma Bonilla dejando clara su implicación y mostrando su compromiso.
