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Educación despide finalmente al profesor de Religión que se casó con otro hombre

Aunque en un primer momento optó por mantenerlo en el puesto tras ser cesado en julio por el Obispado, el pasado 1 de diciembre le comunicó la extinción del contrato

 

Lancelot Digital

 

El profesor de Religión que se casó con otro hombre ha sido despedido finalmente por la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias, según él mismo ha trasladado en un comunicado.

 

Luis Alberto González, profesor en el IES Las Salinas de Arrecife y en la Escuela de Arte Pancho Lasso, fue cesado en julio por el Obispado de Canarias por considerar que no era idóneo para el puesto tras conocer que había contraído matrimonio con otro hombre dos años antes. Sin embargo, en septiembre se incorporó con normalidad a las clases, ya que la Consejería de Educación le había ratificado para el curso.

 

Entonces, la viceconsejera de Educación, Manuela Armas, afirmó que "ser homosexual no justifica despedir a nadie", por lo que "el cese no estaba fundamentado" y, por tanto, “despedirle sería improcedente”. Sin embargo, el pasado 1 de diciembre se le comunicó la extinción de su contrato “como consecuencia de la revocación de la declaración de idoneidad eclesiástica que se realizó con anterioridad al primer contrato de trabajo por la Diócesis de Canarias, en aplicación del derecho eclesiástico y canónico citados”.

 

Según explica la propia Manuela Armas, ahora el despido "sí que está justificado", al adjuntarse como documentación la carta que el propio Luis Alberto envió a la Diócesis de Canarias afirmando "él mismo que no era idóneo para el puesto" tras haberse casado con otro hombre. En aquella misiva, Luis Alberto ponía su cargo a disposición del Obispado, aunque pasaron dos años sin que nada ocurriera. Y es que, la carta fue enviada en 2012, pero no tuvo consecuencias hasta este año, después de que hiciera público su caso en el diario El País explicando que se mostraba sorprendido al no haber tenido respuesta de la Iglesia en dos años.

 

“Mis diferencias con la jerarquía católica se fueron agudizando en los últimos años y las decisiones tomadas, matrimonio incluido, han derivado en este final”, señala ahora Luis Alberto. “La autoridad eclesiástica de la provincia de Las Palmas contaba con distintas opciones ante mis requerimientos y optó por retirarme la autorización para enseñar (la ley le ampara). En consecuencia, yo me he mantenido firme ante las dos instituciones, Obispado y Consejería de Educación, hasta conseguir que el inevitable despido se aplicara respetando los derechos laborales adquiridos (la ley me ampara)”, añade.

 

Tras su despido, Luis Alberto carga contra la Iglesia y señala que así deja “atrás el cerco ideológico y moral de una institución eclesiástica” que, desde su “humilde y formada opinión”, se “empecina en no situarse ni a la altura de los tiempos ni a la altura del Evangelio”. “Las autoridades eclesiásticas no están dispuestas a aceptar una relación o un matrimonio homosexual, aunque pretendan sorprendernos con la acogida al gay por compasión. Con la homosexualidad aplican lo de aborrecer el pecado pero acoger al pecador, y reto a cualquier obispo a que me desdiga”, añade.

 

“De mi labor docente, que abarca dieciséis años, me quedo con la satisfacción de haber ofrecido un conocimiento sólido, crítico y a la vez respetuoso y tolerante, sobre el hecho religioso. Los últimos meses de trabajo han sido inolvidables por el fructífero intercambio de ideas con el alumnado, tanto en el IES Las Salinas como en la EA Pancho Lasso de Arrecife, al potenciar de forma conjunta el respeto a la diversidad”, concluye.

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