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El Cabildo de Lanzarote “ataca” a dos edificios más de la calle Real

Si primero incoó un expediente BIC a las ruinas del Hotel Oriental, ahora va por el Mercadillo y a por el edificio Tamaragua

 

  • Lancelot Digital
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    La política de impedir en la práctica que la calle Real recupere de la mejor manera posible algunos de los edificios que poseen ciertos valores patrimoniales continúa. Patrimonio del Cabildo después de incoar un expediente BIC al Hotel Oriental, en estado ruinoso, ahora ha anunciado que incoará también como bienes de interés cultural el Mercadillo de la calle Real y el edificio del antiguo comercio Tamaragua

     

    Así lo ha publicado la primera Corporación Insular este jueves en el Boletín Oficial de Canarias (BOC). De hecho, el Mercadillo ya había sido catalogado como BIC en 2004, pero la declaración fue anulada judicialmente en 2021. De la misma manera, se ha iniciado la declaración de BIC al edificio donde se ubicaba el comercio Tamaragua, que en la actualidad se conserva en un estado bastante malo.

     

    En este sentido, la propia alcaldesa de la capital, Ástrid Pérez, anunció que Arrecife se personará en ese expediente y presentará alegaciones contra esas incoaciones de BIC, ya que está convencida de que el objetivo del PSOE es acabar con el escaso patrimonio que le queda a la ciudad.

     

    Por su parte, la arquitecta Blanca Fajardo señalaba en Café de Periodistas señaló que, en su opinión, la polémica incoación de BICs  iniciada por el Cabildo de algunas edificaciones como la del viejo “Hotel Oriental” o el “Mercadillo”, puede ser excesiva. Ella considera que son edificios con valores pero que bastaría con una conservación integral de los mismos. “Es que una declaración de BIC es muy importante, por lo que, desde que se realiza, se está diciendo que se trata de una pieza excepcional y en una pieza de estas características es muy difícil hacer ciertas actuaciones”, afirma. “La línea debería ser la búsqueda de acuerdos, pero es evidente que tanto a la administración insular como a la propia administración municipal y a la propiedad, les dificulta mucho más el dar una licencia o llegar a acuerdos”.

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