El comisario de Arrecife señala la conveniencia de crear un Juzgado de Menores en la isla

Luis Mayandía habla del último caso de violencia entre adolescentes en la isla

Lancelot Digital
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El comisario de la Policía Nacional de Arrecife, Luis Mayandía, aseguró este martes en la tertulia Café de Periodistas de Lancelot Televisión la necesidad de instalar o crear un Juzgado de Menores en la isla, tras el último caso de violencia entre adolescentes.

"Tenemos una incidencia lo suficientemente notable como para pedir que hubiera en Lanzarote un Juzgado de Menores con todo lo que ello conlleva, un equipo asesor con psicólogos, especialistas, que nos permitiera evitar lo que tenemos que hacer ahora, que cuando hay un delincuente menor lo tenemos que trasladar a Las Palmas y eso supone un coste y no sólo económico, sino también para mí, que tengo que prescindir durante un montón de tiempo de policías que me hacen falta. Además, como todo el mundo sabe, los menores tienen un horario de actuaciones de un tiempo mucho más corto, de 24 horas, no de 72 como los adultos, en las que tenemos que cerrar diligencias y ponerlos a disposición", apuntó.

Mayandía habló sobre el vídeo viral de la agresión de varias chicas a una menor, que ha sido noticia hasta a nivel nacional. Al respecto, el comisario destaca más la importancia de la violencia psicológica que la física. "Se produce una indefensión, un abatimiento tan absoluto. Sólo vemos a simple vista la violencia física, pero la psicológica es probablemente mucho más grave, más profunda, más hiriente que la física. Se produce una absoluta entrega de esa persona, por eso no se defendía. Y a veces parece incluso psicológicamente que el agredido va buscando al agresor, no para provocar, sino para sentir de alguna forma que puede hacer frente. Eso es un problema y es muy grave", señaló.

Sobre el segundo atraco a la gasolinera de Argana en cuestión de meses, el comisario apuntó que las detenciones siempre acaban llegando, pero que el problema es que los autores de estos delitos regresan a la calle tras haber sido detenidos y en espera de un juicio que puede tardar años en llegar.