El Consejo Insular del Agua consigue entrar y confiscar la desaladora de Montaña Roja
Según explicó Pedro San Ginés en rueda de prensa, los propietarios de las instalaciones estaban vendiendo agua sin tener permiso para ello. /Vea la galería de imágenes
Yolanda Téllez
Fotos: Jesús Betancort
El Consejo Insular del Agua ha conseguido entrar a las instalaciones de la desaladora privada de Montaña Roja para proceder a su incautación.
A las 14 horas ha sido cuando técnicos del mismo, junto a los gerentes del Consorcio del Agua y de Canal Gestión, y efectivos de la Policía Local de Yaiza han logrado acceder a las instalaciones y cambiar las cerraduras de las mismas después de un primer intento a primera hora de la mañana fallido.
Fue tras ese primer intento cuando el Consorcio del Agua procedió a interponer una denuncia en la Guardia Civil contra la entidad propietaria de las instalaciones, Club Lanzarote, por desobediencia y resistencia a la autoridad. Con dicha denuncia en la mano, finalmente los técnicos del Consejo Insular del Agua han conseguido acceder a la desaladora para proceder a su incautación.
El presidente del Cabildo, a su vez presidente del Consejo Insular de Aguas y del Consorcio del Agua de Lanzarote, Pedro San Ginés, afirmó este jueves que los propietarios de esta desaladora estaban vendiendo agua sin tener permiso para ello y ya se habían recibido varias denuncias de vecinos, así como del Diputado del Común.
Según San Ginés, esta desaladora privada tan sólo había tenido desde 2004 a 2012 una autorización para el autoconsumo, pero nunca la venta del agua y ya el año pasado se le requirió a la empresa para que suspendiera su actividad, quien hizo "caso omiso".
Desde el Consejo Insular de Aguas se intentó entonces negociar con los propietarios pero no se llegó a ningún acuerdo y, por ello, ahora se ha procedido a su incautación para que Canal Gestión pase ahora a pestar el servicio. La pretensión es los 6.249 residentes en este Plan Parcial y la más de una veintena de complejos hoteleros y extrahoteleros de unas 9.000 camas turísticas que existen en esta urbanización tengan agua "en las mismas condiciones de calidad y precios" pues, según preciso San Ginés, los propietarios de esta desaladora la estaban vendiendo "más cara".
