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El crítico hotelero de El País explica en Lanzarote cómo adaptarse a las nuevas formas de experimentar el turismo

Fernando Gallardo explica cómo el sector debe prepararse ante los retos que plantea la nueva generación de viajeros, jóvenes de entre 18 y 35 años habituados a un mundo digital

 


Lancelot Digital

Vídeo: Lancelot Televisión

 

El crítico hotelero del periódico El País, Fernando Gallardo, se encuentra en Lanzarote para hablar de la generación Millenials, es decir, los jóvenes de entre 18 y 35 años, habituados a un mundo digital y global que buscan otro tipo de experiencias turísticas: quieren vivir el lugar, no sólo conocerlo. En este sentido, Lanzarote lleva ventaja en este nuevo turismo respecto a la Península.

 

“En Lanzarote nace el turismo de sol y playa, pero con el reclamo de la fuerza telúrica de la isla, del volcán, de las montañas, de toda la escenografía que proyecta César Manrique. Es decir, en Lanzarote, 20 años después, además del turismo de sol y playa, nace el turismo experiencial, el de no sólo contemplación del paisaje, sino la vivencia telúrica”, explica Gallardo.

 

Pero los hoteles conejeros temen adaptarse a esta nueva generación de Millenials. “La planta hotelera de Lanzarote es de alta calidad, variada, con sus más o sus menos, pero de calidad. Yo siempre me he sentido muy agusto aquí, pero lo que tiene que hacer es habilitar los espacios, la manera de moverse dentro de la experiencia turística de esa infraestructura, configurar nuevos espacios, mirar menos la privacidad y más la liberad, abrir más esos espacios”, apunta el crítico hotelero de El País.

 

Para Gallardo, los hoteles deben dejar de ser lugares encorsetados y quitarse galardones obsoletos como las estrellas. “El sistema de calidad institucional, la clasificación por estrellas, que delimita cuáles son esos espacios, qué medidas debe tener la cama, los pasillos, que pierda valor y sea sustituido, como ya lo está siendo, por los criterios, las opiniones y las calificaciones que los usuarios dan por las plataformas teconológicas como Booking o Airbnb”, señala.

 

Respecto a las quejas de los hoteleros sobre el excesivo control por parte de la administración, Gallardo resalta la paradoja. “Yo lo he percibido siempre en el sector hotelero, una versión a la rigidez del sistema. Sin embargo, ahora, cuando ha aparecido el fenómeno de la economía colaborativa, del Airbnb y el alquier de vivienda sprivadas me ha desorientado un poco el hecho de que los empresarios hoteleros aboguen por la regulación. Yo esperaba que con este movimiento nuevo apostaran por desregular la rigidez hotelera”, destaca.

 

Para el crítico de El País, la era digital supone una mayor libertad y un cambio en las normas, muchas de las cuales desaparecerán.

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