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El guelfito que mama de la cabra

 

Su madre murió en el parto y la cabra no dudó en adoptarla 

 

 

  • Lancelot Digital
  • Cedidas por Canarias7
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    Lo que está claro que el término "humanidad" no se refiere solo los hombres y mujeres, sino que se hace extensivo a los animales. Tinguatón es un camellito de mes y medio de vida que se quedó huérfano cuando su madre murió al dar a luz, y una cabra de la granja no dudó en adoptarlo y hasta darle de mamar. 

     

    Esto ocurre en Uga en la granja de Marcelo Machín de León que optó por probar si el guelfito en vez de con biberón como es habitual, según confirma el veterinario, Paco Fabelo,  mamaba de una machorra que acababa de ser madre, y nada más juntarles saltó la chispa del cariño. La camellita se aferró a las ubres de la cabrita y "desde entonces no se separan la una de la otra", cuenta el ganadero. 

     

    Tinguatón, que así como la han bautizado los nietos de Marcelo, no se separa de su madre adoptiva, que aunque diferentes de aspecto, les une el corazón y la supervivencia. De hecho, cuando el rebaño de cabras sale a pastorear,  "Tinguatón" la acompaña como una más, pero siempre muy cerca de su madre adoptiva. Ahora, en unos días llegará la separación. No será un divorcio, pero parecido.  Tinguatón se tendrá que ir al Vallito de Uga, donde están los camellos,  y abandonar los establos de la finca de Playa Quemada, donde Marcelo Machín tiene sus cabras.

     

     

    El veterinario Fabelo, uno de los mayores expertos de camellos de Canarias, entiende que es peligroso para la cabra seguir amamantando al guelfo.  "A medida que va creciendo exige más leche y  por eso hay que destetarla para evitar que seque a la cabra", señaló. De hecho, se espera que ya este fin de semana se vaya "Tinguatón" a la finca del Vallito de Uga y allí empiece a comer yerba.  

     

    Marcelo Machín de León está encantado con esta unión materio-filial en su granja, un hecho único para uno de los históricos empresarios camelleros de Uga, que cuenta con 175 cabezas de este preciado animal en la isla y en Tenerife. Marcelo viene de una saga de camelleros, siendo su padre muy reconocido en la isla, Servando Machín de León quien también se dedicó a la cría de otro tipo de ganado, como las cabras, heredándolo su hijo que a día de hoy cuenta también con corrales en Playa Quemada (Yaiza), donde cría en torno a unas 800 cabezas.

     

      

     

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