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El temporal arrasó un restaurante de Haría: “Es nuestra comida y ahora no tenemos nada”

 

El viento levantó el techo y destrozó gran parte del mobiliario del Mesón La Frontera. El propietario se queja de que el Ayuntamiento no le prestó ningún tipo de ayuda

 

Yolanda Téllez

Fotos: Cedidas

Vídeo: Lancelot Televisión

 

Completamente destrozado. Así ha quedó el Mesón La Frontera de Haría a causa del temporal. El fuerte viento rompió un cristal, levantó el techo y arrasó con gran parte del mobiliario, según cuenta Frederik de Lange, propietario de este restaurante,en el que también trabaja su mujer. “Es nuestra comida y ahora no tenemos nada”, señala este hombre, padre de una niña de 8 años.

 

Según relata, todo ocurrió en la madrugada del pasado viernes, aunque él no supo nada hasta la mañana del sábado. “Fue un familiar quien me avisó, ni siquiera la policía”, se queja.

 

Como consecuencia, el restaurante quedó prácticamente en ruinas. “Parece que cayó una bomba. Toda la parte grande, donde estaban las mesas, un parque para los niños y una brasa, quedó destrozada”, afirma.

Frederik se queja de que el Ayuntamiento no les ha prestado ningún tipo de ayuda. Es más, asegura que ellos mismos tuvieron tirar todo el techo de más de 60 metros cudrados abajo con cuerdas “con el peligro que suponía”, porque el Consistorio no les mandó una grúa y ni siquiera un contenedor de escombros. “Nos dijeron que no tenían tiempo, que había muchos destrozos por el temporal”, afirma. “A veces parece que en vez de ayudar van en contra de ti”, añade.

 

Como consecuencia de los destrozos no sólo Frederik y su mujer se han quedado sin trabajo, sino también otras dos personas, un cocinero y un camarero. Y lo peor es que, según apunta el propietario de este restaurante, ni siquiera lo van a poner reponer. “El restaurante se construyó en 2004, pero el arquitecto municipal dice que en 2011 cambió la ley y ahora parte del mismo está en suelo rústico y no podemos volver a levantarla”, explica Frederik, quien dice que no saben qué van a hacer. "A ver si por lo menos podemos arreglar la parte del restaurante que no está en suelo rústico", concluye.

 

 

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