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San Ginés: "Estas son las salinas más antiguas de Canarias"

Los Centros Turísticos inician la restauración de las históricas Salinas del Río tras más de 100 años sin intervención./Vea las imágenes de los trabajos

 

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  • Esta es la maquinaria necesaria para realizar los trabajo de restauración de las históricas salinas ubicadas debajo de la playa del Risco de Famara, que llegaban estos días a esta zona del Río.

     

    Un empeño personal del presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, que se fijó como objetivo en esta legislatura y que ya se hace realidad. Estas salinas se encuentran en la primera fase de trabajo, que tendrá un periodo de duración de unos cuatro meses y está valorado en algo más de 100.000 euros.

     

    "El proyecto de recuperación de las salinas no es en principio para su puesta en funcionamiento. Hay que aclarar que se trata de un proyecto de recuperación medioambiental y paisajística por el deterioro que ha sufrido esas salinas, que se llenan de manera natural a diferencia del resto de Canarias. Esta es la más antigua con la pleamar y no con bombeo de molinos. Precisamente este sistema es el que ha provocado que haya sido abatido por las olas y es donde van a intervenir los Centros Turísticos", señala San Ginés.

     

    En esta primera fase se pretende restaurar unos 200 metros del antiguo muro de defensa de las salinas, un elemento vital para su funcionamiento puesto que impedía la intrusión marina, los dos tomaderos, el caño principal de agua y los muretes que separan los dos cocederos. El Fuerte de Defensa inició su declive hacia 1980 y ya en el año 2002 estaba prácticamente desaparecido, hecho que facilitó la degradación del conjunto salinero a causa de los temporales del mar de la zona.

     

    "Estos primeros trabajos durarán en torno a tres meses y tendrán un presupuesto estimado de unos 150.000 euros máximo, pero queda mucho trabajo por hacer y se irá definiendo precisamente en estos tres meses cuál será la segunda fase y qué dotación económica habilitaremos para hacer frente a la misma", añade el presidente.

     

    Salinas bajo el risco

     

    El proyecto ha sido financiado por los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) que ya han realizado otros proyectos de restauración de otras salinas emblemáticas, además de los fondos del FDCAN.

     

    El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, el consejero de los Centros, Echedey Eugenio, el consejero de Cultura, Óscar Pérez y el consejero delegado de la Entidad, José Juan Lorenzo, se trasladaron hasta el lugar para supervisar la actividad de una jornada en la que, tal y como explicó el presidente, "damos inicio a un proyecto muy ilusionante por lo que significa recuperar estas salinas, las más antiguas de Canarias, para Lanzarote y los lanzaroteños, y para el conjunto del archipiélago".

     

    San Ginés explicó que "el Cabildo ha resuelto muchos de los problemas históricos que afectaban a los ciudadanos de la isla, llámese tratamiento de los residuos en Zonzamas o llámese ciclo integral del agua" y que, con la recuperación de las Salinas del Río, "resolvemos un problema histórico tras más de 100 años sin intervención en estas salinas".

     

     

    El presidente apuntó que "esta primera fase, con la reparación de los muros de defensa que el mar se ha llevado, evitaremos que se vuelvan a inundar y así puedan recuperar el característico color rojo que le daban la Artemia salina y otros extremófilos", y adelantó que habrá "más fases para recuperar las salinas más antiguas de Canarias, con más de 500 años de historia".

     

    Por su parte, Echedey Eugenio, explicó que el proyecto "se alinea con nuestra estrategia de recuperar espacios que cuentan con una importante carga de valor histórico, patrimonial y etnográfico". El consejero adelantó, además, "que se abren escenarios muy amplios para la recuperación paisajística del entorno cercano al Mirador del Río y la regeneración ambiental de esta zona".

     

    El proyecto de restauración de Las Salinas del Río cuenta con todos los permisos de Costas, Patrimonio, Medio Ambiente y el Ayuntamiento de Haría, y ha sido elaborado por Alberto Luengo, arquitecto experto en la materia, que ya ha realizado trabajos semejantes en salinas emblemáticas del archipiélago como las del Carmen, en Fuerteventura, o las de Fuencaliente, en La Palma.

     

    Breve historia de Las Salinas del Río

     

    Con una superficie total de unos 106.165 m², las Salinas del Río, o de Gusa, situadas al pie del Macizo de Famara, son las más antiguas de Canarias, iniciándose su construcción hacia el año 1500 por el primer Señor de Lanzarote, Sancho de Herrera. Su origen deviene de la existencia de una laguna salada que se interviene para aprovechar sus fondos naturales de barro, y al hecho de que se llenaban de forma natural por la intrusión marina.

     

    Fueron las únicas del archipiélago hasta que en torno a 1760 empezaron a desarrollarse las salinas de Gran Canaria vinculadas a la pesca de berbería. La primera estimación sobre la producción de sal en el archipiélago (José de Iriarte, 1780) establece que las del Río representaban el 20% de las 14.100 fanegas que se producían en las islas.

     

    La primera inscripción de las Salinas del Río en el Registro de la Propiedad data de 1871. A finales del siglo XIX, con el auge de las pesquerías del banco canario–sahariano, las salinas adquieren su actual dimensión.

     

    Se estima que la producción de las Salinas del Río podría haber alcanzado las 1.300 toneladas al año, si bien el único dato del que se tiene constancia es de 1.000 toneladas al año.

     

    En la década de los años 30 del pasado siglo comienza el declive de las Salinas del Río con el establecimiento de nuevas salinas en Lanzarote más accesibles y mejor comunicadas.

     

    Con la aparición del frío, y hacia 1970, empiezan a desaparecer todas las salinas de Lanzarote. Las del Río, con sus más de cinco siglos de historia, se paralizaron definitivamente cuando los pescadores de La Graciosa abandonaron la práctica de recolectar la sal espontánea de la tajería para la salazón de la sardina.

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