Fundación DinoSol, una apuesta por una sociedad mejor

El proyecto, que tiene como objetivo favorecer acciones sociales que beneficien a los canarios, cumple un año de vida con un balance muy positivo y una enorme proyección

Cuando un grupo empresarial decide que quiere ir más allá de lo puramente relacionado con los negocios, que quiere hacer algo por la tierra en la que se asienta y prestar una atención especial por sus trabajadores, entonces ese grupo ha creado unos lazos especiales con todos los suyos. Es el caso del Grupo DinoSol que hace un año puso en marcha su propia fundación con el objetivo de ayudar de manera directa e impulsar programas que favorecieran el desarrollo de acciones sociales y reinviertan en beneficios de la sociedad.

El resultado no ha podido ser mejor, así lo asegura su directora, Virginia Ávila. “A mí me ha tocado recoger el testigo de la solidaridad silenciosa de los Hermanos Domínguez y de Javier Puga, a los que desde hacía tiempo les preocupaba la cantidad de peticiones que les llegaban y veían que a algunas les podían dar salida y a otras no”, explica, señalando que al final primaba la cercanía y salían perjudicadas las islas menores por estar más lejos. “En este contexto, deciden crear una Fundación, una institución que gestionara internamente este tipo de necesidades, siempre fomentando nuestros valores que son la cercanía, la empatía y el compromiso.

Ávila recuerda que la empresa cuenta con 7.000 empleados. “Somos 7.000 compañeros y mi trabajo es mejorar su calidad de vida, ayudarles, escucharles y tratar de solucionar los problemas que podamos”, explica. “Detrás de esos compañeros hay 7.000 familias y muchísimas historias una enfermedad, una discapacidad, una ley de dependencia… todos tenemos algo en casa. Algunos lo gestionan mejor y otros peor, y ahí entramos nosotros”.

“El año pasado nos llegaron 112 peticiones, de las que 48 no coincidían con nuestros fines sociales y tuvimos que rechazar, ya que las fundaciones deben ceñirse a una serie de principios concretos, y hemos colaborado con todas las que cumplían con nuestros fines”, explica. “Además, en 2017 atendimos 121 expedientes, es decir 121 problemas de otros tantos compañeros a los que hemos sacado del bache, dándoles una solución. Este año, en los cuatro meses que llevamos, ya hemos atendido 57 expedientes, casi la mitad de todo lo que hicimos el pasado año”.

“Por otra parte, estamos trabajando en la campaña de voluntariado. Hoy somos 160 voluntarios, pero aspiro a que al final del año seamos al menos 500”, asegura. “Medio millar de compañeros dispuestos a ayudar a otros compañeros. Ese es mi objetivo”.

La Fundación, cuenta Ávila, se rige a través de un Patronato que preside José Abraham Domínguez, y cuyo vicepresidente es Javier Puga, pero además cuenta con un nutrido grupo de patronos. “Ellos son los que aprueban los proyectos”, señala. “Ahora tenemos un proyecto estrella que es “La Terraza del Materno”. En la azotea del hospital Materno Infantil se está construyendo un parque, para cuya realización nos hemos unido varias fundaciones, y que tiene como objetivo que las madres embarazadas, los niños enfermos y sus familiares puedan pasear y coger aire”, cuenta, asegurando que está quedando precioso. “Nuestro objetivo es repetir este proyecto en otras islas porque se agradece mucho cuando se está enfermo tener un lugar por el que pasear al aire libre”.

Acciones

La Fundación ha realizado este año diversas acciones como la donación de un parque infantil al Ayuntamiento de Tías “que ahora disfrutan los niños del Colegio Concepción Rodríguez Artiles, además las cestas navideñas que no fueron recogidas por los trabajadores del Grupo DinoSol fueron cedidas a diferentes asociaciones de las islas e HiperDino a través de su Fundación donó comida de animales destinada a diversos albergues y acciones relacionadas”, cuenta.

La Fundación también está comprometida con causas como la lucha contra el cáncer y ha mostrado todo su apoyo corriendo en la “III Marcha Contra el Cáncer” en La Laguna, en la que participaron el Consejero Delegado del Grupo DinoSol y Vicepresidente de la Fundación DinoSol, Javier Puga, y la propia Virginia.

Además, se sumaron a la Carrera Solidaria contra el cáncer de mama “II Gran Canaria Grand Pink Run”, cuya recaudación se donó a la Asociación Contra el Cáncer de Mama y Ginecología de Las Palmas (ACCM) y en la que también participó el Comité de Dirección y trabajadores.

No sólo eso, este año el Belén fue Solidario, ya que se recogieron donaciones que fueron destinadas a diferentes asociaciones. “Este año ese Belén, que siempre tenía un carácter cultural, se ha convertido en solidario, a través de unas huchas para diversas asociaciones”, señala.

“Además recogemos tapones dentro de nuestra empresa, que ya estamos a punto de llenar todo un camión de Hiperdino”, explica, y apunta bromeando. “Nosotros nos reímos mucho porque desde que se creó la Fundación ya no se tira nada. Todo, frigoríficos, muebles, microondas, lavadoras, ordenadores, todo tiene una segunda vida. Todo se dona”.

La inclusión social es también una causa de apoyo y lo demuestran junto a la Asociación COMPSI en una carrera por la inclusión social de personas con discapacidad, el Telemaratón Solidario de Mírame TV, que se celebra cada año que consistió en la recogida de productos básicos para menores, regalos para las personas mayores que se encuentran en residencias de ancianos y ayudas para las protectoras de animales.

“Nosotros estamos muy satisfechos con la labor que estamos realizando e invitamos a otras empresas a que nos copien y creen sus propias fundaciones y ayuden a hacer más grande y mejor la sociedad canaria”, asegura. “Creo que esta Fundación dentro de diez años será algo muy grande. La empresa DinoSol ha cambiado mucho, no sólo por la Fundación, tiene además un proyecto muy grande, una visión de negocio que no es solo económica, sino que se centra en las personas y en su calidad de vida”.

Ávila recuerda que tienen una página web en la que se puede seguir de cerca todo lo que hace la Fundación fundaciondinosol.org y una intranet en la que interactúan los propios trabajadores, cambiándose o cediéndose ropa, muebles, aparatos electrónicos o cualquier otra cosa. “Cuando vas a trabajar pueden pasar dos cosas, que estés deseando salir y quitarte el polo de Hiperdino para llegar a casa y ser feliz, o que te pongas el polo y seas feliz trabajando con nosotros. Eso es lo que nosotros queremos, que nuestros compañeros sean felices tanto dentro como fuera”.