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Ingresa en prisión la madrastra de Verónica

Estaba en busca y captura porque no se presentó en el Centro Penitenciario en el tiempo establecido 

 

  • Lancelot Digital
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    Carmen Delia Tejera, madrastra de Verónica, la joven de Tinajo cuyos restos óseos aparecieron en una mochila escondida en un hueco de la pared en la casa familiar, ingresó este sábado en prisión para cumplir con la condena que le fue impuesta el pasado mes de septiembre por delitos de malos tratos y profanación de cadáveres que suman un total de tres años y cinco meses. 

     

    Al parecer la mujer se encontraba en busca y captura por no presentarse en el Centro Penitenciario de Tahiche en el tiempo establecido. Según cuentan a Lancelot Digital vecinos de Tinajo la policía se personó el viernes por la tarde en la vivienda de Carmen Delia y le dio tiempo para poder recoger algunas pertenencias, pero ésta se metió en la casa y no salió más. Su tiempo terminó el sábado cuando finalmente fue detenida y llevaba a la prisión. 

     

    Cabe recordar que la mujer ya estuvo en prisión cuando comenzaron las investigaciones en febrero de 2013 hasta abril de 2014, pero ahora tendrá que cumplir condena en firme tras el juicio. Su hijo Zeus Montoya también está condenado a 3 años de internamiento como conocedor y garante de esos malos tratos físicos y sexuales y su hija Keyla a 5 meses de cárcel por delito de profanación de cadáveres debido a varios SMS de móvil entre ésta y su madre, en lo que también se mencionaba a Zeus, y en los que hablaban de desenterrar el cadáver para trasladarlo, para evitar que fuera descubierto ante la rotura de una tubería en la casa y la presencia de operarios para repararla.

     

    Todos los implicados en el caso culparon de la muerte de la joven a su padre, quien negó los hechos antes de morir, afirmando que nunca había maltratado a su hija. Sin embargo, una libreta encontrada por la Policía Nacional en la vivienda y que, presuntamente, pertenecía a la joven, relataba los presuntos malos tratos que recibió por parte de su familia. La tesis que barajaba entonces la Policía Nacional es que Verónica había sido asesinada por su padre de un golpe en la cabeza para ocultar su embarazo.

     

     

     

     

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