Los restaurantes y comercios de La Graciosa no abren, aunque pueden hacerlo
Los empresarios gracioseros consideran que abrir no será rentable hasta que lleguen los primeros visitantes a finales de junio o principios de julio
Tiendas y restaurantes cerrados, esta es la imagen este lunes de la octava isla, que es junto a la Isla de El Hierro, La Gomera y Formentera, el único lugar de España donde se pasa directamente a la fase 1 de desescalada, logrando así permiso para poder abrir comercios, bares y restaurantes. Sin embargo, nadie ha abierto porque “la mayoría de los restaurantes y alojamientos turísticos viven del turismo, no de los vecinos”, señala Alicia Páez, alcaldesa pedánea de La Graciosa. “Han decidido que hasta que no se abra el puerto y lleguen los turistas, seguirán cerrados y seguirán con los Ertes”.
“Nos resulta más rentable estar cerrados que abrir”, afirma Ángel Déniz, restaurador.
Este restaurador cree que no abrirá hasta que vengan turistas y eso será a finales de junio o en julio.
Aún así La Graciosa ya puede celebrar reuniones de hasta diez personas, lo cual es motivo de felicidad.
La Graciosa, como Lanzarote, y toda Canarias, no experimentará una notable mejoría hasta que se abran los aeropuertos y puertos y los turistas lleguen libres de coronavirus.