María Jesús Pérez, la doctora de la humildad
Tras 36 años en la unidad de Cuidados Paliativos se retira de las consultas con mucho cariño de sus compañeros
La sanidad lanzaroteña despedía de las consultas a la doctora María Jesús Pérez una mujer entregada a su profesión, luchadora por una sanidad pública de calidad y una vida dedicada al cuidado de los demás con humildad y buen hacer.
Todas las muestras de cariño son pocas desde los compañeros y después de anunciar su jubilación, sus compañeros, familiares y amigos le prepararon una gran fiesta en el Monumento al Campesino para festejar esta nueva etapa de la ahora disfrutará y homenajear su paso y huella por las consultas de Lanzarote.
Además, la doctora se convirtió en protagonista sin saberlo de unas jornadas médicas que tuvieron lugar en el Arrecife Gran Hotel donde el sector sanitario le dedicó unas palabras de cariño como despedida de su profesión. Unas 400 personas se unieron a estas celebraciones de alegría y nostalgia.
Ahora le toca el turno a ella y a disfrutar de la vida colgando la bata de médico en la unidad de Cuidados Paliativos, pero la profesión va por dentro y seguro que seguirá al frente de las cuestiones de salud que se le presenten a su alrededor o manteniéndose informada de la actualidad sanitaria.
María Jesús estudió su carrera de Medicina en La Laguna, haciendo el último rotatorio en Lanzarote tras su breve paso por La Palma y La Gomera. Los que la conocen la define como una mujer entrega a su profesión, que no le importaba salir de su casa al hospital cuando sabía que había una urgencia y la necesitaban.
Reivindicativa por llegar a disfrutar de una sanidad de calidad en la isla, por las mejoras que llegaban tarde como los rayos x y por hacer del trabajo en el hospital unas jornadas, que aunque duras, pasarlas con compañerismo.
Fue directora médica del hospital de Lanzarote, cerró la puerta del hospital de la Casa del Mar y también pasó por el consultorio médico de San Bartolomé, entre otras experiencias. Destaca su presencia en la rueda de prensa tras la muerte del artista César Manrique y su enseñanza sobre tareas de medicina a enfermeras e incluso celadores para hacer de la sanidad una cadena competente.
