PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Mermeladas Lala y Mojos Fefo, un acierto seguro en su mesa

Tradición, calidad y producto con sello insular es el secreto de esta pequeña empresa artesanal que elabora mermeladas y mojos muy particulares

 

  • Lancelot Digital
  •  

    Dentro de nuestra apuesta por el producto local y por la diversificación económica, Lancelot Medios quiere conocer mejor la composición de la red de empresarios de la isla y acercarse a aquellos que han sabido sortear las dificultades del camino y han apostado por generar riqueza y crear empleo en la propia isla. Creemos en la cercanía como un valor añadido al producto, siempre sin dejar de lado la calidad. Creemos en el sello Hecho en Lanzarote.

     

    En esta ocasión, queremos conocer mejor una empresa local muy dulce, Mermeladas Lala y Mojos Fefo, detrás de la cual hay dos personas trabajando mano a mano, Fefo Nieves y Carmen Castro, dos lanzaroteños amantes de los productos de la tierra y de las cosas hechas con mimo y dedicación.

     

    “Mermeladas Lala nació hace cinco años y Mojos Fefo, un poco más tarde. La idea de montar la empresa fue casi algo natural. Nosotros hacíamos mermeladas y también mojos para fiestas, para amigos, pero la gente nos encargaba y llegó un momento que decidimos hacerlo de manera oficial, por así decirlo, con los registros sanitarios correspondientes y como empresa”, explica Fefo Nieves. “Lo cierto es que nosotros teníamos ganas de hacer algo especial, algo distinto porque ya hay otras empresas que hacen mermeladas y mojos… nosotros queríamos diferenciarnos del resto”.

     

    De hecho, Mermeladas Lala trabaja sólo con fruta de temporada y de la isla y cuando se acaba… se acaba la mermelada. En la actualidad, tienen ocho variedades muy particulares: de breva, de higo blanco, de batata-mojo, de higo indio, de higo indio con mojo de millo, de fresa conejera, de calabaza con vainilla y de vino Malvasía.

     

    “Estamos trabajando ahora con una de naranja lanzaroteña. Las mermeladas las hacemos por temporadas, claro. No siempre hay de toda. La fruta la partimos a cuchillo y usamos tres productos: fruta, azúcar y limón, como conservante. Pectina sólo lleva la de vino Malvasía y usamos una de manzana natural muy buena y que no altera el sabor”, explica Nieves. “Las mermeladas no deben hervir nunca más de veinte minutos porque el sabor cambia. Generalmente hacemos unos cuatro kilos de fruta cada vez”.

     

    Trabajan en formato pequeño y grande, casi de kilo para restaurantes. Y la producción no pasa de los cuatro o cinco mil frascos, en cada uno de los casos. “No queremos hacer más cantidad porque corremos el riesgo de acabar alterando la calidad del producto final”, explica. También es cierto que toda esta aventura la han emprendido solos. “Trabajamos los dos, mano a mano, a veces nos ayudan mis hijos, o el hijo de Carmen, pero básicamente somos nosotros dos”.

     

    Justo por eso no trabajan en grandes superficies sino en algunos centros turísticos, tiendas especializadas y gourmets y en algunos restaurantes de la isla. Además de Lanzarote, también es posible adquirir mojos y mermeladas en Cantabria, en Las Palmas y en Tenerife. “No hemos querido abrir más mercado porque no tenemos más producción y tampoco queremos aumentar la producción”, asegura. “Lo cierto es que se vende muy bien y estamos muy contentos”.

     

     

    Mojos Fefo, la salsa de la vida

     

    Los Mojos Fefo, como las mermeladas, especiales. Tan hacen de dos variedades: un mojo rojo hervido con pimienta conejera cultivada por ellos mismos y un mojo verde tradicional. “Usamos una receta antigua, de mi abuela, y sale muy rico”, señala. “Tanto los mojos como las mermeladas se elaboran sin gluten y son aptas para celiacos. Si tenemos que espesar un mojo para algún restaurante, lo hacemos con pimiento verde, jamás con pan rallado”.

     

     

    Comentarios (3)