Paulino García: "La caza tiene los días contados"
El veterinario cree que hay mucha improvisación por parte de las administraciones
El próximo día 20 se abre la veda de la caza de la perdiz en Lanzarote. Ya se abrió hace unos días la del conejo. Algunos cazadores e incluso algunos expertos en recursos cinegéticos como el veterinario Paulino García, consideran que es un error.
“La veda se va a abrir escasamente cinco días para la perdiz, mi opinión es que, viendo como está la cosa tanto en Fuerteventura como en Lanzarote, es que el campo no da ni para abrir, como fuera de los pueblos no se puede cazar, los bandos no superan los siete u ocho individuos”, explica. “Sé que molesta porque todo el mundo quiere cazar pero ponerse una manta en la cabeza no soluciona los problemas, los empeora”.
García que intervino en Café de Periodistas considera que hay mucha improvisación por parte de las administraciones.
“Si tú estás todo el año criando unos perros, dedicándoles tiempo, por amor a los animales y resulta que vas a ir al campo… el año pasado no se cazó, este año probablemente no se cace, ¿cómo vas a tener un perro en tres años sin salir al campo? Y no es solo coger más o menos piezas, es que el campo está hecho una pena”, segura. “No es un tema de que no llueva, es que la gestión ha sido nefasta y desgraciadamente ha estado en manos de personas que no son profesionales y, al fin y al cabo, la caza no es más que un botón de muestra de cómo se gestionan nuestros recursos”, señala.
Este experto en recursos cinegéticos ve un panorama muy sombrío y cree que, si no hay una política real y efectiva, la caza como actividad deportiva tiene los días contados.
“Yo no soy optimista, los recursos van a peor, los cabildos no gestionan bien y el Gobierno de Canarias tampoco exige que los cabildos tengan sus planes técnicos y sus planes insulares de ordenación para poder realizar un aprovechamiento adecuado de los recursos. Al final todo deviene en un mercadeo en el que se diseñan órdenes generales de veda a capricho”, señala. “El problema es que el campo aguanta lo que aguanta, pero da lo que da”.
En ese sentido, señaló que el número de cazadores ha disminuido un 60%, cansados de ver que no hay una política seria que permita al campo dar los suficientes ejemplares para poder seguir con la actividad.
“El colectivo está muriéndose porque hay un deterioro terrible de los recursos y, al final, la gente se cansa y abandona”, señala.
En definitiva, que da la sensación de que la actividad deportiva y cinegética de la caza la han matado entre todos y ellas sola se murió.
