San Bartolomé distingue a Ico Arrocha como Hijo Adoptivo
A título póstumo el municipio reconoció el entusiasmo y compromiso del folklorista y distinguió también a la FCM con el Premio Ajey
Como no podía ser de otra manera la música y los bailes de la Agrupación Guadarfía, cuna de sus mejores canciones, fue la banda sonora del acto que nombraba al folklorista Ico Arrocha como Hijo Adoptivo de San Bartolomé.
La proyección de un emotivo vídeo recordando su voz, su vinculación con el municipio y con la música y canto de la tierra, destacando los 39 años que fue miembro de Guadarfía, agrupación de la que fue cofundador, sirvió como presentación hacia una de las personas más destacadas del folklore de las islas.
La alcaldesa de San Bartolomé, María Dolores Corujo, destacó en su intervención el papel que jugó Arrocha en la música y la semilla que deja sembrada en el municipio que le acogió desde la fundación de Guadarfía. “Sin lugar a dudas, Ico Arrocha fue uno de los grandes baluartes de esta agrupación con su prodigiosa voz, participando en numerosos encuentros musicales, festivales, fiestas y programas de televisión que ensalzaron su gran valía. Probablemente, si sus raíces no hubieran sido tan sólidas podría haber volado lejos y vivir exclusivamente de la música, pero siempre antepuso su familia y la isla", comentó.
Ico Arrocha resume para muchos el sentir canario: el hombre de corazón bondadoso que se engrandece con su voz firme y directa al corazón de todo aquel que lo escuchara. Solidario y amable, nunca cesó en su empeño de hacer felices a los seguidores de la música canaria, conocedores de la gran valía de su voz. "Ligado a la Agrupación Guadarfía hasta su final, logró estremecer este teatro y engrandecer el Festival José María Gil, referentes municipales de la cultura musical tradicional, canto y baile de la tierra. Valgan mis palabras para agradecer haberlo tenido en nuestros escenarios", continúo.
Se apagó la voz de Ico pero su presencia sigue latente, porque las acciones y la música lo perpetúan. Un tremendo aplauso con el patio de butacas en pie fue el sonó con fuerza en memoria del cantante. Su hijo, arropado por su madre, familiares, amigos recogieron el premio y agradecieron con lágrimas en los ojos “el nombramiento, a unas horas del aniversario de su fallecimiento”.
Fundación César Manrique
El acto celebrado en el Teatro Municipal de San Bartolomé sirvió para rendir homenaje a la Fundación César Manrique, distinguida con el Premio Ajey a la Protección de la Naturaleza y Medio Ambiente.
“El Ayuntamiento de San Bartolomé quiere resaltar, poner en valor y sobre todo, agradecer, la enorme tarea emprendida por la Fundación César Manrique hace ya 25 años. Porque si la labor de conservación, estudio y difusión de la obra y el legado artístico de nuestro vanguardista y visionario César han sido primordiales en su proyecto, no lo ha sido menos la defensa del territorio de Lanzarote. De esa isla que Manrique amó, enmendó, protegió y mostró al mundo como símbolo de convivencia entre el hombre y el medio.Además, y tal y como fuera voluntad de su fundador, esta institución cultural privada sin ánimo de lucro ha sido extremadamente generosa con la isla y su ciudadanía, ofreciendo un programa anual de actividades relacionadas con el arte y el pensamiento que sin duda nos ha enriquecido como comunidad", señaló la alcaldesa.
El premio fue recogido por José Juan Ramírez Marrero, presidente de la FCM que agradeció al Ayuntamiento de San Bartolomé la concesión de este premio. Reconoció su satisfacción por el reconocimiento a la labor desarrollada por la FCM en materia territorial y medioambiental, justo en el 25 aniversario. “Una ya larga y nada fácil ni cómoda trayectoria en la que, en la medida de nuestras posibilidades hemos procurado mantener vivo el espíritu y el legado de César Manrique. En particular procurando contribuir a que, en nuestra isla, siga siendo compatible el bienestar de las personas con la identidad de un paisaje tan valioso y singular como el nuestro. Esa voluntad de servicio público, construida con independencia desde los ámbitos de la cultura y el medio ambiente, tal y como César nos enseñó, ha orientado nuestras acciones, movidas siempre, con mayor o menor acierto, por un propósito de contribuir al bien común y al bien de Lanzarote”.
Este reconocimiento resaltó “es un importante estímulo para seguir realizando nuestra labor, para trabajar modestamente desde la sociedad civil por una sociedad que exija poner a las personas y a la vida en el centro de las prioridades de los administradores públicos y agentes sociales. Y también para reclamar y contribuir a que la conservación de la isla como un gran patrimonio natural firme parte de esas prioridades compartidas. Lanzarote necesita sensibilidad, cariño, respeto y generosa entrega para que las generaciones venideras puedan seguir viviendo y disfrutando de las maravillas que ofrece, únicas en el mundo”, concluyó.