Sinforiano y los miembros de la PAH siguen su lucha para evitar el desahucio
Los miembros de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas se concentran frente a los Juzgados, la Iglesia y el Cabildo para evitar que se eche a esta pareja de ancianos de su casa de Argana / Vea la galería de imágenes
Texto: Lancelot DigitalVídeo: Lancelot TelevisiónFotos: Jesús Betancort
Con sus 90 años, Sinforiano Lemes sigue adelante con su lucha para que no le quiten la casa que comparte con su mujer Pilar Callero, de 87 años, en Argana. Ella no ha podido acudir a la protesta porque se encuentra débil por toda esta situación, pero Sinforiano no está solo: todos los miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y vecinos como Andrés Medina le arropan.
La última decisión judicial dictaminaba que Iveco sólo tiene la obligación de ofrecerle una casa durante 27 meses y que tiene que entregar las llaves de la suya, en la que lleva viviendo 45 años, dentro de cinco días. Algo que Sinforiano no piensa hacer.
"Yo no entrego las llaves hasta que no me lo ordene el abogado. Me quieren dar una casa durante 27 meses que no sé ni dónde está", se queja Sinforiano.
Este viernes, Sinforiano y los miembros de la PAH protestaban frente a los Juzgados y también frente a la Iglesia de San Ginés, pues tienen claro que la Diócesis de Canarias no ha estado a la altura. "Yo creo en Dios, pero en lo demás no voy a creer porque me han engañado, porque tenían un papel escondido y si el cura hubiera dicho cuáles eran las condiciones, creo que no hubiéramos llegado a este punto".
Este hombre de 90 años no entiende por qué no se protege a los débiles frente a los fuertes. "Están llevando todas las cosas al revés, martirizando al que no tiene la culpa y dando de comer al que está harto".
Aunque está cansado y enfadado, Sinforiano se siente arropado y todavía tiene esperanza. "Estoy agradecido por todo y yo creo que se puede solucionar gracias a toda la ayuda que me están dando".
Justo este viernes, Sinforiano y Pilar cumplen 68 años de casados. Su único deseo es pasar sus últimos días juntos en la casa en la que han nacido tres de sus nueve hijos.
