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Un futuro posible para la capital  

 

El arquitecto Luis Díaz Feria propone acciones concretas para mejorar Arrecife y recuperar su deteriorado patrimonio

 

  • Lancelot Digital
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    El deterioro de la capital de Lanzarote y el mal estado de su patrimonio no es una maldición irresoluble. Arrecife tiene solución, así lo cree el arquitecto Luis Díaz Feria que, además, considera que ni siquiera es muy difícil lograrlo. “Se trata de una ciudad pequeña, con barrios muy marcados y espacios públicos intersticiales abundantes, además de disponer de mucho suelo urbano vacante. Con estas condiciones es muy fácil formular proyectos de acción urbana concretos, pequeños, de poco presupuesto, que tendrían una incidencia en el aspecto y vitalidad de la ciudad en el muy corto plazo. Y también en el medio y largo plazo, claro. Proyectos públicos y privados, parques, viviendas y edificios dotacionales”, afirma. “Es cierto que se filtra un discurso interesado que viene a decir que Arrecife no tiene remedio, o que no tiene otro remedio que edificar sobre el marisco. No es así, ni mucho menos. Hay una infinidad de acciones posibles y realistas con las que empezar a cambiar Arrecife mañana”.

     

    Para Díaz el único obstáculo es una cuestión de actitud. “La generación con edades comprendidas entre los 30 y los 50 años, más o menos, que tiene un componente de diversidad envidiable, entiende perfectamente la ciudad y su potencial de presente y futuro”, afirma. “Y de la otra parte, están los viejunos que abandonaron la ciudad y de forma generalizada sucumbieron al espejismo de la casita suburbana y la autosuficiencia, y que tienen hoy poco interés en los asuntos de la ciudad”.

     

    Cuestión de Patrimonio Histórico

     

    Para salvar la ciudad hace falta pasar a la acción. “Para situaciones como ésta, todos los centros urbanos revitalizados que conozco no se han detenido en la formulación de un catálogo, sino que lo han acompañado de una propuesta de acción, en general por la vía de mantener los valores ambientales permitiendo la edificación en remonta (por ejemplo, mantener la fachada de una casa terrera y permitir su nueva edificación en altura) y, en los casos muy excepcionales en los que el valor del inmueble no es sólo ambiental, sino que suma un valor adicional como pieza de arquitectura, se aportan compensaciones públicas económicas, en forma de ayudas a fondo perdido para las obras de restauración, deducciones fiscales significativas o compensaciones”, explica.

     

    Esa doble cara de la acción preservadora del patrimonio es imprescindible. En Arrecife se han venido proponiendo diferentes catálogos que, con independencia de la opinión que nos merezcan en sí mismos, adolecen siempre de la falta de un programa de acción que revitalice el patrimonio. Seguirán cayendo casas. El nuevo plan general ni siquiera entra en el tema”.

     

    Políticas de apoyo

     

    La despoblación de la capital es creciente, asegura Feria, y eso acelera su degradación. “A esto se suma la falta de servicios básicos, la adopción precipitada de medidas que producen gentrificación sin adoptar , no planes, para revitalizar el centro, empezando por acciones de poblamiento (procurar vivienda asequible en el centro) y siguiendo por el atento cuidado e implantación de todos los servicios normales de la vida diaria. Como comercios, colegios o centros de salud”.

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