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Cajasiete cumple 60 años

La entidad nacía como proyecto de una serie de agricultores y cooperativistas del sector agrario y ganadero que eran conscientes de que su éxito dependía de la financiación 

 

  • Lancelot Digital
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    A principios de la década de los sesenta, nacía una idea entre un grupo de agricultores y cooperativistas del sector agrario y ganadero que, con una amplia visión de futuro, hicieron posible la existencia de lo que hoy es Cajasiete Caja Rural. Eran tiempos donde las necesidades del sector agrario, especialmente de las cooperativas, no se veían resueltas. Fue entonces cuando los cooperativistas agrarios fueron conscientes de que su crecimiento y desarrollo, y por tanto, el éxito de sus empresas, dependía de la financiación, y esta era imposible o muy difícil sin la existencia de una entidad financiera, capaz de autogestionar el crédito agrario.

     

    Entre las personas que fraguaron la idea cabe destacar a los componentes del primer consejo rector, Pedro Modesto Campos Rodríguez (1962-1998), presidente fundador, y Federico Isidro Sánchez (1962 -1990), secretario y director general, que tomaron el timón de la que entonces se hacía llamar Caja Rural Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

     

    Los inicios siempre son difíciles debido al reducido número de recursos y la escasa actividad pero, gracias a otras entidades y organismos como UTECO (Unión Territorial de Cooperativas del Campo), la Caja Rural Nacional, el ya desaparecido Banco de Crédito Agrícola y el Cabildo Insular de Tenerife, en 1970 se impulsó definitivamente el desarrollo y expansión de la Caja. Por ello, en dicho año, la actividad de la entidad se traslada de una primera planta de oficinas en la Calle 18 de Julio a la sede de Rambla de Pulido, cuyas instalaciones fueron ampliándose. Más tarde, en 2005, se sitúa la sede central actual en la Avenida Manuel Hermoso Rojas: una moderna edificación en el centro de Santa Cruz de Tenerife donde se concentra y gestiona gran parte de su actividad.

     

     

    En cuestión de casi 20 años, la Caja pasó de tener depósitos de clientes por valor de 700 mil euros a ser de 64 millones y la cifra de créditos escaló de poco más de 1 millón de euros a 43 millones. Este crecimiento vino impulsado, en parte, por las modificaciones en la regulación de las cooperativas de crédito que pasaron de solo poder ser socios y solicitar créditos, los agricultores, las cooperativas agrarias y sus socios, y con la única finalidad de financiar su actividad agraria y ganadera a, en 1989 igualarlas  a  los  bancos  y  cajas  de  ahorro  pudiéndose  desarrollar  así,  las  mismas actividades con la misma normativa. La hoy conocida como Cajasiete Caja Rural, supo aprovechar esta oportunidad, adaptándose y creando una gran entidad con capacidad para satisfacer las necesidades financieras de sus socios. De la misma forma, la apertura al resto de sectores de la economía canaria (familiares, pymes…), ha provocado que la entidad contribuya de forma decisiva al desarrollo sostenible de la Comunidad Autónoma de Canarias.

     

    En medio de la crisis económica del 1989 al 1993, asumen la dirección general de forma conjunta Jerónimo Monje Pérez (1990-1998), que a finales de los 90 pasó a ser presidente, y Fernando Berge Royo (1990-2014) cuando fue nombrado nuevo presidente. Este período de inestabilidad en términos económicos, afectó de forma importante a la entidad y hubo que llevar a cabo un proceso de redimensionamiento y saneamiento.

     

    Pese a las dificultades que se han planteado a lo largo de los años debido a la situación económica y otras adversidades que han repercutido directamente en esta, Cajasiete Caja Rural ha tenido la inteligencia para reinventarse y así cumplir con su objeto social, siguiendo en la línea del crecimiento. Asimismo, se han ido haciendo realidad las políticas de expansión, las mejoras de instalaciones, el perfeccionamiento constante de la organización, la introducción de nuevas tecnologías y la cualificación del personal.

     

    Acercándonos a fecha más cercanas en el año 2014 Fernando Berge Royo asume la presidencia y Manuel del Castillo González asume la dirección general de la Entidad, hasta la actualidad. Años marcados por grandes retos económicos, sanitarios y sociales que han requerido aún más de la misión de esta Entidad, que es “contribuir al desarrollo sostenible de Canarias, satisfaciendo las necesidades financieras de las personas, siendo fieles a nuestros valores de integridad, profesionalidad y solidaridad”. Aunque podemos decir que se trata de una entidad joven, cabe destacar que ha alcanzado objetivos y cifras importantes: contando a cierre del ejercicio pasado, con un total de 56.801 socios, más de 200.000 clientes, un total de activo que supera los 4.000 millones de euros, crédito a la clientela cercano a los 2.000 millones de euros, unos depósitos de clientes por encima de los 2.900 millones de euros y un ratio de solvencia del 18.87%, números avalan su gran solidez. Cajasiete cuenta ya con 89 oficinas, 379 profesionales de los cuales 58% son mujeres y el 42% hombres.

     

    Por todo ello, podemos concluir que Cajasiete lleva 60 años de recorrido, guiados por los grandes valores cooperativos como son, entre otros, la solidaridad, la ayuda mutua y el trabajo en común. Unos valores que los hacen realidad personas con sentido de la responsabilidad colectiva y con un alto nivel de autoexigencia e implicación personal en el proceso de crear riqueza para el desarrollo social de las personas, construyendo proyectos sostenibles que sirvan y sean útiles a las generaciones actuales y futuras.