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Lancelot Medios buscará financiación para la situación de Tanausú

 

La delicada situación del joven obliga a este medio a hacer que las empresas de la isla aporten el dinero que le falta para el elevador 

 

  • Lancelot Digital
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    Lancelot Medios se compromete a buscar financiación privada que aporte los 5.000 euros que le faltan a Tanausú para poder instalar un elevador en su edificio que tiene un coste de unos 23.000 euros que le permita salir de su casa en la que se encuentra encerrado. 

     

    El Cabildo de Lanzarote a través de su presidente, Pedro San Ginés, y el consejero de Bienestar Social, Juan Manuel Sosa, se han comprometido a aportar 12.000 euros más, a los 3.000 euros que ya le había proporcionado y otros 3.000 euros el Ayuntamiento de Arrecife, para que el joven Tanausú de 27 años pueda entrar y salir de su casa, ya que sufre una tetraplejia que hace que se encuentre "encerrado" en su casa, padeciendo incluso salidas al médico por no poder subir y bajar de la vivienda.

     

    Lancelot Medios, como empresa responsable y por su responsabilidad social corporativa, se compromete, tal y como anunció ayer el director de medios, Jorge Coll en "Café de Periodistas" a buscar financiación privada que aporte el dinero que le falta al joven para poder instalar el elevador para que su vida pueda transcurrir como la de cualquier otra persona, y concluya con esa clausura que le obliga a permanecer en su casa. 

     

    La cuantía supone unos 5.000 euros que esta casa, bien con recursos propios o bien ofreciendo paquetes publicitarios gratuitos a las empresas, hará que al fin, Tanausú cuente con el deseado acceso adaptado a su vivienda. Consideramos que es de obligación mover hilos y hacer llegar este caso a todos los que de manera privada, puedan también aportar al bienestar de los conejeros, sumado a las ayudas de las instituciones. 

     

    El propio joven afirmaba a Lancelot Televisión que cuando tiene que ir al médico "me viene a buscar una ambulancia y con la ayuda de los sanitarios me bajan en la silla y una vez abajo me trasladan a una camilla. Lo mismo cuando regreso del hospital, aunque muchas veces les toca llamar a los bomberos porque para ellos resulta imposible".