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Lolita entrega el premio de su roscón de Reyes

La agraciada, María del Cristo Trujillo, ha recibido un cheque por valor de 500 euros

 

  • Lancelot Digital
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    Dulces con premio. Eso es lo que ofreció estas Navidades la pastelería artesanal Lolita que, el pasado 12 de enero, hizo entrega a María del Cristo Trujillo de un cheque por valor de 500 euros, el correspondiente al premio que obtuvo en el roscón de reyes adquirido en la promoción  de navidad del establecimiento.

     

     

    Pocas personas hay en Lanzarote que al escuchar hablar de Lolita no imaginen un suculento pastel, un bizcocho o cualquier pieza de deliciosa reposteria casera. Y es que Lolita, en la isla, es nombre de artesanía repostera.

     

    Los comienzos de esta empresa se remontan al año 1975. Aquel año se ponía en marcha un obrador en San Bartolomé donde la propia Lolita cocinaba con horno de leña procedente de La Geria.

     

    Casi una década más tarde, en 1984, se realizaba una ampliación y daba lugar al actual espacio que cuenta con 400m2. En este local se elaboran artesanalmente los productos de pastelería y panadería que abastece a todas las tiendas que hay en la isla.

     

    En los inicios de la empresa, el negocio se basaba en comercios pequeños y en la venta, puerta a puerta, por todas las localidades de la isla.

     

    Ya en 1992 se abría la primera tienda propia con venta directa al cliente en la antigua calle García Escámez. La tienda ubicada frente al Club Náutico de Arrecife se inauguraba en 1995. Posteriormente se abría otro establecimiento en el Deiland en 1998; en 2001, uno en San Bartolomé; otro en la Calle Mayor de Playa Honda, en 2008 y, por último, en 2011, otro establecimiento en Puerto del Carmen.

     

    El negocio tiene un carácter muy familiar que ha girado siempre en torno a su fundadora, la cual demostró una gran destreza para dirigir a todos a su alrededor.

     

    Toda una vida de esfuerzo, constancia y sabiduría para crear una empresa y una marca como Lolita. Sus hijos comenzaron a simultanear sus estudios con procesos de amasado a mano, laminados de hojaldre, cocinados, etc, con todo tipo de horarios, incluyendo jornadas de madrugada o altas horas de la noche. En esta empresa, toda la familia se ha volcado al cien por cien.

     

    La elaboración de sus productos es artesanal y en el caso de los panes blancos se elaboran y cocinan el mismo día, utilizando materia prima principalmente local. Esto hace que los productos se repongan constantemente, lo que no ocurre con los productos industrializados tan abundantes en el mercado en la actualidad.

     

    En los últimos años se ha procedido a la actualización de su imagen y de sus establecimientos, un proceso de renovación que todavía continúa. A corto plazo se espera la apertura de nuevos establecimientos, siempre manteniendo el carácter familiar y artesanal de la empresa.