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Los Centros Turísticos lanzan un plan alternativo ante la huelga

Se recomiendan hasta siete propuestas diferentes para conocer los rincones de la isla más allá de los centros oficiales 

 

  • Lancelot Digital

  • Para que disfrutar de la isla siga siendo una experiencia inolvidable, especialmente para quienes nos visitan en estos días que es imposible acceder a los Centros Turísticos debido a la huelga, los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote proponen diferentes opciones que animan a descubrir Lanzarote en toda su esencia.

     

    Desde la página web de los Cacts indican al viajero que "Lanzarote tiene mucho que ofrecer en cualquiera de sus rincones. Sus playas, paisaje, luz y el contraste del negro volcánico y sus casas blancas lo hacen especial". De ahí, que se proponga una visita por la isla como la mejor excursión posible, "sin mapa, ni GPS, sólo disfrutar del paisaje, darse un baño, comer un buen pescado, con papas arrugadas y ricos vinos locales con Denominación de Origen de Lanzarote".

    Entre las opciones que se citan, se recomienda una primera parada en el Sur de Lanzarote para conocer los Hervideros y el Charco de los Clicos. Se trata de un tramo de costa acantilada con presencia de cuevas y bufaderos formados a raíz de las erupciones volcánicas de 1730-1736 y esculpidos por la erosión, donde el mar suele batir con peculiar virulencia.

     

    Forma parte del espacio del Parque Natural de Los Volcanes, por lo que comparte la misma figura de protección. Actualmente, es un punto de interés turístico muy frecuentado que cuenta con caminos de piedra visiblemente delimitados para realizar una visita segura; también existe una especie de balcones para admirar la bravura del mar al llegar a esta zona. Se puede visitar a cualquier hora y gratuitamente. Cuenta con un amplio aparcamiento, papeleras y buena señalización.

    La segunda propuesta es realizar una ruta del vino. Conocer La Geria y contemplar las más de 5.000 hectáreas de cenizas volcánicas que acogen una particular forma de cultivo de la vid. Las parras se hunden en el picón y quedan protegidas del viento por las barreras semicirculares de roca volcánica conocidas como socos. Conocer La Geria es hacer un recorrido por las bodegas de la zona y captar el producto que se obtiene de tan particular forma de cultivo.

     

    La tercera parada del itinerario será en La Villa de Teguise. Localizado en lo alto de la montaña de Guanapay (Teguise), se encuentra el Museo de la Piratería, ubicado en una fortaleza que refleja el sentido histórico de la construcción del siglo XV: lugar de vigilancia y refugio de la población local ante los frecuentes ataques piráticos de la época. Desde la cúspide del castillo la panorámica de las costas lanzaroteñas es inmejorable.

     

    La muestra hace uso de las nuevas tecnologías para facilitar una comprensión amena del mundo pirata: cómics, pequeñas esculturas y salas audiovisuales que ponen el acento en su carácter aventurero y transgresor.

    También en el municipio de Teguise se encuentra la Fundación César Manrique, institución cultural privada de la isla de Lanzarote que tiene como objetivo la conservación y difusión de la obra del artista canario más universal, César Manrique, teniendo como principales áreas de acción la protección del medio natural, la promoción de las artes plásticas y la reflexión cultural.

     

    La visita a la Fundación es fundamental para entender la obra de César Manrique en todas sus formas de expresión, empezando por el propio recinto, la que fue su hogar.

    Un chapuzón en las playas norteñas es también una propuesta imperdible para entender y conocer la isla. La pequeña calita de jable blanquecino, insertada entre el espectacular manto volcánico del malpaís de Corona y los charcos de baja profundidad de bellos tonos azules. Se respira un ambiente de tranquilidad extrema a pesar del rugido oceánico y el silbido de los alisios.

     

    La preciosa estampa de la playa se enriquece con un marco medioambiental de altura: aves migratorias sobrevolando el cielo, las dunas que bordean las riadas de lava y cabosos y burgaos revoloteando en los charcos del Caletón Blanco.

    Ya en el norte, en concreto ubicada en el municipio de Haría, la Casa-Museo César Manrique está situada en medio de un extraordinario palmeral, donde aún se conserva la forma de vida tradicional de la isla. En Haría, el artista encontró la tranquilidad y el contacto con la naturaleza que tanto apreciaba.

     

    A comienzos de 1986, Manrique inició las obras de construcción de su nueva casa reutilizando y adaptando una vivienda de labranza, en ruinas, ubicada en una finca agrícola que había adquirido en los años setenta. Abordó el lenguaje de la arquitectura tradicional reconsiderada desde una visión moderna en la que prima lo estético y el confort. Aquí vivió hasta 1992, el año de su muerte. En 2013 se abrió al público como Casa-Museo.

     

    Y por último, La isla de La Graciosa. Perteneciente al Archipiélago Chinijo ofrece un sin fin de posibilidades para el turismo de naturaleza. 

     

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