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Qué hacen las casas de apuestas para garantizar el juego responsable

 

 

Desde que en 2012 España reguló y legalizó el juego online en España, han proliferado las casas de apuestas deportivas tanto online como p.e. en el portal apostasesportivas24.net como en su versión presencial. En grandes ciudades y en pequeñas poblaciones, es cada vez más habitual ver establecimientos en donde se puede apostar a una gran variedad de deportes mientras se toma uno una copa y se disfruta de un evento deportivo en una de las pantallas del local. En España hay indudablemente afición a jugar, como lo demuestra la pujanza de las quinielas y la lotería nacional, pero paralelamente a este crecimiento ha surgido una corriente de opinión que expresa su preocupación ante los problemas sociales y de salud pública que esta actividad puede ocasionar.

 

El juego sin control es un problema social, pero las propias compañías del sector manifiestan que ellas también se ven perjudicadas por dicho fenómeno, pues socava su prestigio y pone en peligro su existencia como actividad empresarial legal. Por ello, muchas de estas casas se han comprometido para luchar a favor del juego responsable. El propio estado a través de La Dirección General de Ordenación del Juego, cuya página web es ordenacionjuego.es, además de otorgar las licencias para operar legalmente en España, concede sellos de calidad (Jugar Bien o Juego Seguro) a las entidades que son activas en la promoción del juego responsable.

 

Ninguna de las casas de apuestas que operan legalmente en España permite jugar a menores de edad. Para garantizarlo es obligatorio un registro de los clientes en el que se exige la presentación de un DNI o pasaporte en vigor. Asimismo, muchas plataformas tienen listas en los que clientes con problemas con el juego (o los familiares en su nombre) se pueden apuntar para autoexcluirse de participar.

 

Dentro de sus compromisos de responsabilidad social corporativa, los grandes operadores del juego apoyan iniciativas cuyo objetivo es estudiar, identificar e implementar estrategias que fomenten el juego responsable. Por ejemplo: algunas plataformas ponen a sus usuarios límites al dinero que pueden ingresar en sus cuentas, o impiden apuestas que superen cierto límite. Además, se ofrecen consejos y pruebas para que los jugadores puedan averiguar si tienen un problema con el juego. En los establecimientos presenciales, se forma a sus trabajadores para que identifiquen, y traten en consecuencia, a personas que presenten síntomas de padecer tales problemas: asistencia frecuente a los locales, manejo de grandes cantidades de dinero, apuestas inusualmente altas, etc.

 

Pero la responsabilidad en el juego no afecta solo a los jugadores. Las compañías tienen también deberes, como el de garantizar la confidencialidad de los datos personales y bancarios de sus participantes. En el caso del juego por Internet, esto incluye la seguridad de las conexiones online, siendo obligatorio usar protocolos cifrados de trasmisión de los datos.

 

Por último, la limpieza y la justicia de las apuestas es uno de los elementos fundamentales para garantizar un juego responsable. En el caso de los juegos de casino, las casas se someten a auditores externos para garantizar que el juego es limpio y que los resultados no estén trucados en contra de los jugadores. En el caso de las apuestas deportivas esto es más complicado pues la justicia de los resultados depende de actores que no están bajo el control de las casas de apuestas. No obstante, si está en su poder estar vigilante ante todo tipo de resultados, digamos, raros y presentar las correspondientes denuncias y reclamaciones para que tanto los estados, los organizadores de eventos deportivos, los clubes y los propios deportistas sean conscientes de su propia responsabilidad.

 

 

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