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Isla de imputados y de errores judiciales

Por Francisco J. Chavanel

 

 

1.- La Sexta y la FCM producen un documental sobre el ‘caso Unión’

 

“La isla de los imputados”, así denominó la Sexta a su reportaje de “investigación” sobre la corrupción de Lanzarote emitido en la noche del viernes. Un consejo: un estudiante de periodismo de primer curso lo habría hecho mejor. Si de lo que se trataba era de un apuntalar un asunto que amenaza en caerse en pedazos debido a las imprudencias de aquellos que deben garantizar el uso de la ley, incluso para los acusados de presuntos delitos, el invento no salió favorecedor; olió a manipulación a distancia, a programa reclamado por intereses creados y por aviesas intenciones; olió a frivolidad, ruindad, zafiedad y horterada.

 

El argumento no pudo ser más simple. Las primeras imágenes dedicadas a los “héroes”, a los productores, a los que mueven al sector del PSOE talibán, al “invisible” Manuel Fajardo y su despacho de cazavampiros, a la Fundación César Manrique, que vive del cuento de llevar el nombre de alguien que hoy los echaría a latigazos, ese poderoso conglomerado que se articula como un lobby enquistado en los partidos de izquierda conejeros, fomentando con señalado éxito el magro negocio con el que se lucra el templo de los “nonistas” en Lanzarote.

 

El documento te mantiene con la boca abierta por su pobreza de criterios. Ninguna de las denuncias está sustentada por alguien que tenga una mínima responsabilidad. Hablan obreros, chóferes, viandantes, y gente cogida al azar de un caso del que no tienen información. El único rostro que da la cara es una periodista de “La Voz de Lanzarote”, que como no puede ser menos es el órgano de expresión de la FCM, de Fajardo, y de los que luchan “noblemente” contra la corrupción. Ningún otro medio de comunicación es consultado. Una voz en off relata las “hazañas” del  instructor, César Romero Pamparacuatro, hoy en un juzgado de La Laguna, que casualmente se encontraba en la isla para adivinar cuál de sus noventa y cinco autos sin firmar durante el proceso son suyos y cuáles no. Ya sabemos que más de cincuenta no los reconoció, por lo que terminó denunciando al secretario José Ramón Vera Machín, uña y carne del juez en las horas felices y que ahora empieza a entender que él es el elegido para cargar con el mochuelo. Sin embargo la Sexta no le pregunta por este hecho tan llamativo. Se limitan a soltar incienso a su alrededor y hacerlo pasar por un magistrado de hierro. La astracanada se remata arremetiendo contra la clase empresarial, embadurnóndola de mentiras y medias verdades, y con los productores del programa soltando bilis por la boca contra su principal obsesión: el emprendedor Juan Francisco Rosa.

 

2.- Documentos que firmó Pamparacuatro estando de vacaciones

 

Es una pena que el excelso reportaje no investigara algunos sucesos esenciales que delatan y ponen en entredicho si en el “caso Unión” se defendió el Estado de Derecho, o los privilegios de casta de un sector que quería quedarse a solas para repartir a su capricho el territorio y las ganancias consecuentes. Les regalo algunas ideas para una próxima ocasión: a) ¿dónde está la grabadora Gnome, que teóricamente recogió el contenido de la conversación entre Carlos Espino y Fernando Becerra, con la que se inició el caso? ¿En qué almacén, en qué basurero, o en manos de quién está el instrumento que respalda una montaña de actuaciones contra la corrupción? Pregunto: ¿hay caso sin grabadora?; b) Insisto: ¿por qué Carlos Espino no realiza su denuncia hasta la primera guardia de César Romero Pamparacuatro, la noche del 4 de junio de 2008? ¿Estaba aguardando por un juez que lo comprendiera para poner en marcha su estrategia?; c) ¿Es cierto que Espino estuvo en Madrid los días 29 y 30 de mayo de 2008, en visita organizada por Viajes Tisalaya, con todos los gastos pagados (1.100 euros) por los Centros Turísticos, de los que era el consejero por el Cabildo?; d) ¿qué hacía en la capital a cuatro días de iniciarse el caso de su vida? ¿Acaso estaba perfilando con la UCO cómo sería su intervención, orientándoles sobre los objetivos, coordinado con Narciso Ortega, que no se fiaba de la fidelidad de su policía en Lanzarote, y por eso pensó en la Guardia Civil?; e) ¿Es cierto que Espino viajó con los agentes de la UCO que se desplazaron a Lanzarote en un avión de Spanair?; f) ¿Regresó Espino a Madrid los días 6 y 7 de junio, después de las primeras detenciones, también en viaje pagado por los Centros Turísticos?; y g) ¿A qué volvió? ¿A seguir informando, a seguir coordinando, a seguir dando los nombres de los que caerían después?

 

Aún se me ocurre otra buena idea para la Sexta. Piensen en Luis Lleó, el abogado y empresario turístico del plan Costa Roja (Yaiza). Yaiza y Lleó fueron unas de las víctimas preferidas de Espino. A Lleó se le detiene en un hotel rural de Tarragona a las siete y media de la mañana donde estaba de vacaciones con su familia. Lo que hace la UCO, siguiendo instrucciones de no sabemos quién, es trasladarlo a la cárcel Modelo de Barcelona con el ánimo de ingresarlo allí, desesperarlo, hundirlo, obligarle a que cantara.

 

Durante cinco horas estuvo Lleó en la Modelo. Si no hubiera sido porque su director era un veterano de guerra y pidió ver el auto de Pamparacuatro, al abogado lo habrían confinado fuera de su domicilio, alejado de su familia, lo hubieran frito y “exterminado” a golpe de distancia.

 

Aún podemos adobar la consistencia del reportaje de la Sexta con la siguiente apreciación… Pongamos que la investigación ha de decidir si prorroga las escuchas del caso. Se trata de mantener pinchados los teléfonos de Fernando Becerra y Luis Lleó. El auto aparece firmado por Pamparacuatro con fecha 29 de agosto de 2008. ¿De qué Pamparacuatro, hablamos, del que posee el don de la ubicuidad? Un documento en mi poder, firmado por María Eugenia Calamita, secretaria de Gobierno del TSJC, asegura que Pamparacuatro “disfrutó de vacaciones entre el 26 de agosto y el 8 de septiembre”, y siendo de aplicación el régimen de sustitución ordinaria ningún otro juez lo reemplazó. O mejor: hubo otro juez que no estudió la carrera que determinó que había que seguir con las escuchas. Si Pamparacuatro estaba de vacaciones lo obvio es pensar que firmó el auto cuando regresó.

 

Más. Auto de 2 de enero de 2009. Se acuerda prorrogar el secreto de las actuaciones contra Lleó, Becerra, Rosa y Leonardo García entre otros. Firma Pamparacuatro… ¿Cómo pudo ocurrir tal milagro si el informe de Calamita dice que desde el 22 de diciembre de 2008 al 12 de enero de 2009 “disfrutó de permiso por asuntos particulares” y tampoco fue sustituido?... Seguramente no estuvo y firmó un garabato a la vuelta. Eso sí, el fiscal Stampa le “cubre” las espaldas y rubrica la actuación con fecha de 7 de enero de 2009. Pamparacuatro y Stampa. Invencibles, amigos, los gallos del corral.

 

3.- ¿Por orden de quién se detiene y se incomunica a los presuntos delincuentes?

 

Todavía me queda lo mejor del “futuro” reportaje de la Sexta. El 25 de junio de 2009 resultaron detenidos los siguientes señores: Dimas Martín, José Miguel Rodríguez (concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Arrecife), Ubaldo Becerra (concejal de Urbanismo del mismo ayuntamiento), Matías Curbelo (conseguidor próximo al PIL), Segundo Rodríguez (ex secretario organización del PSOE, contrario a Espino, e igualmente conseguidor), Alfredo Santiago Rodríguez Pérez (empleado de Matías Curbelo) y Dayrán Jesús Muñoz Armas. Todos fueron detenidos en la mañana de ese día por la UCO. ¿Por una orden del juez Pamparacuatro? Sería lo lógico pero hay que dudarlo. Hay que dudar que hubiera orden, y hay que dudar que la orden que luego apareció firmada fuese redactada el día de las detenciones. El auto del juez Pamparacuatro dice: “En el día de hoy y por parte de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) se ha procedido a la detención de los señores…”. En ningún momento del auto se afirma que las detenciones se produjeron a causa de una orden judicial. ¿La UCO se estableció por su cuenta y tuvo a los detenidos unas cuantas horas retenidos como en los tiempos de Lasa y Zabala?... Ojalá que la “brillantez” de la Sexta y de la FCM nos aclaren este extremo.

 

Todos los detenidos, a excepción de Segundo Rodríguez, estuvieron en el calabozo más de 72 horas. El que menos 90 horas. Dimas Martín, cinco días completos. El político no tuvo acceso a su abogado de oficio hasta las cuarenta y ocho horas de estar en el calabozo. El escándalo llegó a rugir tanto que el 29 de mayo se presenta en Lanzarote el fiscal Javier Ródenas, competente en asuntos de Medio Ambiente, mano derecha del fiscal jefe de la provincia de Las Palmas, Guillermo García Panasco.

 

Ródenas pide los autos y se queda estupefacto. Hay quien asegura que hasta ese momento casi nada de lo efectuado constaba por escrito. Un mes después, Ródenas, en rueda de prensa, comunica que asume en solitario la Operación “Unión”. Elimina del escenario a su hombre de confianza, Ignacio Stampa. Al mismo tiempo el presidente del TSJC, Antonio Castro Feliciano, repara en Pamparacuatro y le ordena trasladarse a un juzgado de La Laguna. Pamparacuatro se resistió y pidió continuar por varias vías.

 

Lo que se tramó y se configuró en esos días forma parte de la historia negra de la Justicia. Aquellas incomunicaciones revolvieron las tripas de muchos profesionales serios, hasta el punto verse forzados a “decapitar” a los responsables de la investigación con el objeto de intentar salvar lo que quedaba del caso. No será tarea fácil. Las actuaciones de Pamparacuatro, Stampa, la UCO, Espino, Narciso Ortega, Manuel Fajardo y la FCM, abren interrogantes sobre aspectos cruciales de la investigación. Y eso, a estas alturas, es imparable y de dominio público.

 

 

Condena a Lancelot Digital y a D. Francisco Javier Chavanel Seoane por lesión del derecho al honor de D. César Romero Pamparacuatro

Descargue AQUÍ la sentencia

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